Durante muchos años la arquitectura hospitalaria se enfocó en la funcionalidad. Los hospitales solían ser estructuras sencillas y funcionales cuyo objetivo principal era acomodar a un gran número de pacientes para que recibieran tratamiento, asegurando la limpieza e higiene.
Sin embargo, el diseño de los hospitales modernos ha cambiado mucho, en gran parte impulsado por las evidencias de que la arquitectura puede reducir el estrés de los pacientes y su familia y acelerar la curación.
Como resultado, una nueva arquitectura hospitalaria se está abriendo paso. Ya no solo se tiene en cuenta la funcionalidad y el cumplimiento de la normativa, sino que se diseñan espacios más innovadores, acogedores y sostenibles que mejoran la estancia de los pacientes y sus familiares y el trabajo del personal sanitario.
Diseño biofílico: trasladar el poder sanador de la naturaleza al hospital
Los hospitales están concebidos para brindar asistencia médica, realizar procedimientos quirúrgicos y tratamientos médicos, así como para facilitar la recuperación de los pacientes. Los arquitectos no pueden descuidar esas funciones básicas, pero pueden incluir en sus proyectos nuevos elementos que promuevan la recuperación de los pacientes y mejoren su estancia.
Un espacio físico bien diseñado puede convertirse en una poderosa herramienta curativa. Exponerse a la luz natural reduce el estrés y facilita la recuperación, por ejemplo, por lo que no es extraño que un estudio publicado en Environmental Health Insights revelara que los pacientes que estaban en camas cerca de las ventanas tenían una estancia menor.
Importancia de las zonas verdes para la recuperación de los pacientes
También se conoce que las vistas exteriores, en particular a espacios verdes, mejora el estado de ánimo de los pacientes, facilita su recuperación e incluso reduce la necesidad de analgésicos después de una cirugía.
Investigadores de la Universidad de California constataron que el 95% de las personas que caminan por los jardines de los hospitales reportan un beneficio terapéutico por el simple hecho de estar en ellos: no solo mejora su estado de ánimo, sino que toleran mejor los procedimientos médicos.
Todo parece indicar que el contacto con la naturaleza también tiene una influencia beneficiosa sobre el personal sanitario, que refiere ser más productivo, y contribuye a aliviar el estrés de los acompañantes. Es probable que esos efectos positivos en la red de apoyo y cuidado de los pacientes terminen reflejándose en una mejor atención que acelere ulteriormente su recuperación.
Por esos motivos, la arquitectura sanitaria incluye cada vez más elementos naturales, lo que se conoce como diseño biofílico. Los grandes ventanales con vistas a la naturaleza o simplemente a un jardín vertical son elementos de diseño estratégico que contribuyen a crear un ambiente curativo.
Diseñando hospitales más acogedores y eficientes
La revolución que está viviendo la arquitectura hospitalaria no se limita a la incorporación del diseño biofílico, sino que implica revisar muchos otros elementos. El control del ruido es otro aspecto relevante ya que contribuye a crear un ambiente tranquilo que facilita el descanso de los pacientes y fomenta la concentración del personal sanitario.
También se está prestando más atención a las medidas de privacidad, como habitaciones privadas o cortinas bien diseñadas en habitaciones compartidas que garanticen la comodidad del paciente. Además de brindar más intimidad, esta distribución del espacio fomenta una mayor sensación de control ya que los pacientes pueden decidir cuándo socializar o descansar tranquilamente.
Un estudio realizado en hospitales de Montreal incluso demostró que rediseñar las habitaciones compartidas de la UCI para convertirlas en espacios privados redujo en más de un 50 % la tasa de infecciones nosocomiales y disminuyó en un 10% la estancia hospitalaria. Gracias a este descubrimiento, lo que antes se consideraba un lujo, se ha convertido en la opción estándar en esos hospitales para reducir la transmisión de organismos infecciosos y la tasa de mortalidad por su causa.
Eso significa que la nueva arquitectura hospitalaria no solo aumenta la satisfacción de los pacientes, sino que también reduce los costes y mejora los resultados clínicos. Trasciende el mero diseño de estructuras físicas para crear espacios que fomentan la curación y promueven el bienestar. La inclusión de elementos de tecnología avanzada y sistemas inteligentes, así como de soluciones más sostenibles que permitan un uso más eficiente de los recursos, llevará la arquitectura sanitaria al siguiente nivel.
En la actualidad, construir hospitales que prioricen la experiencia del paciente, se adapten a las necesidades del personal y propicien un ambiente curativo y acogedor es casi una obligación para mejorar la calidad de la atención médica.
En Eductrade estamos comprometidos con esa visión de la arquitectura sanitaria, por lo que desarrollamos proyectos de salud que incorporan soluciones originales con el objetivo de mejorar la calidad asistencial e impulsar el acceso universal de la población a la atención sanitaria.