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La congestión de las líneas eléctricas ante la proliferación de ERNC

La energía renovable no convencional (ERNC) es fundamental para descarbonizar la economía y avanzar hacia un planeta más limpio para todos. Con ese objetivo en mente, diferentes gobiernos de todo el mundo han impulsado el desarrollo de sistemas de producción de energía limpia.

Sin embargo, el crecimiento vertiginoso de las energías verdes está suponiendo un desafío notable: la red eléctrica convencional no está preparada para transferir la energía generada entre el origen y el destino, lo cual conduce a vertidos y amenaza su viabilidad económica.

El impacto de la saturación de las líneas eléctricas

La mayoría de las infraestructuras de redes que se utilizan en la actualidad fueron planificadas hace décadas para responder a las necesidades de un sistema energético muy diferente. Este dependía fundamentalmente de enormes centrales eléctricas que suministraban cientos de megavatios de energía, la cual se canalizaba por las redes de transmisión y distribución hasta los usuarios finales.

La expansión de las tecnologías renovables ha implicado una descentralización de la generación de energía, dispersando numerosos generadores más pequeños por todo el territorio. Sin embargo, las viejas infraestructuras tienen una capacidad limitada para integrar las energías descentralizadas, por lo que es necesario implementar nuevas instalaciones que tengan la capacidad de transportar y distribuir la electricidad generada.

La congestión de las líneas de transmisión debido a la alta capacidad de energía verde instalada, sumado a los retrasos en el desarrollo de nuevas redes, termina impidiendo que parte de la electricidad generada llegue a los consumidores. Como resultado, esa energía se pierde, lo cual reduce los costes marginales, aumenta los gastos de explotación y afecta el retorno de la inversión, haciendo que algunas empresas incluso tengan que declarase en quiebra.

El paradigmático caso de Chile

Hace poco, la Agencia Internacional de la Energía (IEA) elaboró un informe en el que concluyó que existe un vínculo entre la restricción de las energías renovables debida a la congestión de la red y el retraso en el despliegue de la capacidad de transmisión y distribución. También señaló que, para que todos los países cumplan sus objetivos climáticos, sería necesario agregar o reemplazar 80 millones de kilómetros de redes para 2040, el equivalente a todas las redes que existen en el mundo actualmente.

Chile, un país donde en 2022 la energía solar y eólica superó por primera vez la proveniente del carbón, ha experimentado un crecimiento acelerado de la ERNC que, sin embargo, se ha estancado debido a la congestión de las líneas de transmisión en ciertos tramos, sobre todo al norte. Básicamente, lo que ocurre es que la alta capacidad instalada en centrales solares fotovoltaicas no puede trasladarse a la zona central debido a que las redes de transmisión están saturadas.

La delicada situación de muchas de las compañías que han invertido en energías renovables (en los últimos meses de 2002, dos generadoras se declararon en quiebra y al menos otras nueve expresaron su preocupación por la posibilidad de que el sector caiga en insolvencia) ha hecho necesario un cambio regulatorio que permita flexibilizar el sistema eléctrico y avanzar más rápido en la aprobación y construcción de nuevas líneas de transmisión. Esa agilidad y dinamismo permitiría minimizar los vertimientos y desacoples de precio.

Proyecto de Ley de Transición Energética

Por eso motivo, a finales del año pasado se aprobó en lo general el Proyecto de Ley de Transición Energética que persigue cuatro objetivos fundamentales:

  1. Promover la sostenibilidad en la institucionalidad del sistema eléctrico.
  2. Fortalecer el sistema de transmisión eliminando los obstáculos burocráticos para la aprobación y construcción de estas infraestructuras, de manera que las empresas puedan mantener una relación directa con la Comisión Nacional de Energía.
  3. Activar un sistema de almacenamiento a gran escala para evitar parte del cuello de botella que existe en la actualidad, lo cual permitiría a las plantas solares inyectar de noche en la red la energía que generan de día, una solución que incluso permitiría aprovechar mejor la infraestructura eléctrica existente.
  4. Extender las rentas por congestión sistémicas a las generadoras, un mecanismo que en Chile se conoce como ingresos tarifarios y que serviría para resolver las dificultades financieras que afrontan las empresas renovables a corto plazo puesto que parte del importe más bajo que pagan los clientes finales se traspasaría a las generadoras para evitar los desacoples de precios.

Con estas medidas, Chile quiere proporcionar un marco más claro, predecible y justo para las empresas que operan en el sector renovable, de forma que el modelo verde siga adelante. Su aprobación final y puesta en práctica está siendo seguida con atención por otros países del entorno, que ya son conscientes de que no basta con impulsar la generación de energía renovable, sino que es necesario contar con sistemas de almacenamiento y líneas eléctricas adecuadas para que la ruta hacia la descarbonización no se vea comprometida.

Desarrollo de proyectos de infraestructuras energéticas

Eductrade también es consciente de esos desafíos, de manera que no solo desarrolla proyectos de infraestructuras energéticas para generar energía de forma renovable, sino que también propone soluciones tecnológicas innovadoras para el transporte y la distribución de esa energía, de manera que las obras puedan tener realmente un alto impacto social y sea viables económicamente.