Cualquier entidad puede realizar acciones de cumplimiento normativo para la prevención del soborno y la corrupción, sin un coste excesivo y adecuadas a sus capacidades
Cualquier compañía, como consecuencia de su actividad diaria, se encuentra expuesta a distintos peligros que, en caso de mala praxis (sobornos, corrupción), pueden llegar a ocasionar la imposición de sanciones que impidan continuar con el habitual desarrollo de su actividad.