Proyectos Breadcrumb Connector Mantenimiento del equipamiento biomédico: ¿cómo preservar su eficiencia y precisión?

El equipamiento hospitalario que marca la diferencia

En el sector de la salud, el equipamiento biomédico es esencial para la prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de los pacientes de forma segura y efectiva. Sin embargo, no basta con tener la tecnología sanitaria más moderna, es necesario realizar un mantenimiento adecuado que garantice la seguridad operativa y la fiabilidad del equipamiento biomédico para evitar los riesgos asociados a un mal funcionamiento que pueden provocar desde errores en la medición hasta fallos en la dosificación.

¿Qué tipo de mantenimiento necesitan los equipos biomédicos?

El mantenimiento de los equipos médicos incluye todas las acciones preventivas y correctivas dirigidas a garantizar su funcionamiento óptimo. Generalmente se realiza una inspección visual preliminar para comprobar el estado físico del equipo y se prosigue con procesos de calibración, reemplazo de piezas y verificación del funcionamiento con analizadores y simuladores especiales.

De hecho, el equipamiento biomédico suele necesitar tres tipos de mantenimiento: 

  1. Mantenimiento predictivo, llevado a cabo de manera periódica, se realiza para comprobar los indicadores, sistemas o procesos de equipo con el fin de verificar su fiabilidad y anticiparse a posibles problemas.
  2. ‍Mantenimiento preventivo, realizado de manera programada, suele implicar tareas de limpieza y calibración con el objetivo asegurarse de que el equipo funcione adecuadamente para reducir las probabilidades de fallos y alargar su vida útil.
  3. Mantenimiento correctivo, ejecutado al detectar algún problema en el equipo, se enfoca en la reparación o sustitución de las piezas o componentes averiados.

¿Por qué es tan importante mantener en óptimas condiciones el equipamiento biomédico?

El equipamiento biomédico no solo forma parte de los activos de las instituciones sanitarias, sino que se utiliza a diario en la práctica clínica, por lo que es fundamental cuidarlo para que funcione correctamente.

Proteger la seguridad del paciente. Los equipos biomédicos se utilizan para diagnosticar y tratar a los pacientes, por lo que un funcionamiento adecuado garantiza su seguridad. Un equipo con fallos de calibración, por ejemplo, puede causar eventos adversos que incluso lleguen a representar un riesgo para la vida.

Garantizar la confiabilidad. El mantenimiento adecuado del equipamiento biomédico también es una garantía de que funcionará según las especificaciones técnicas del fabricante. Valida la precisión en las mediciones y la fiabilidad de los resultados, contribuyendo a un diagnóstico más certero y un tratamiento más adecuado.

Maximizar el valor de la tecnología sanitaria. Los recursos sanitarios son limitados, por lo que el mantenimiento preventivo es crucial para maximizar el valor de la tecnología sanitaria. También permite que el hospital o centro médico funcione con normalidad brindando una atención de máxima calidad. 

Reducir costes. Un buen programa de mantenimiento preventivo puede evitar fallos críticos en los equipos médicos que terminen acortando su vida útil, por lo que contribuye a disminuir los costos asociados a su reparación o sustitución.

¿Cómo diseñar un programa de mantenimiento adecuado?

En los países desarrollados, aproximadamente el 21 % de los accidentes hospitalarios están causados por el equipamiento biomédico, ya sea por un mantenimiento deficiente o un uso inadecuado. Para evitar esos incidentes, es imprescindible contar con un programa de mantenimiento adecuado.

El primer paso consiste en realizar el inventario del equipamiento biomédico y planificar su mantenimiento preventivo siguiendo las indicaciones del fabricante, sin olvidar la actualización periódica del firmware y software necesarios para que los equipos funcionen adecuadamente. 

Es importante recordar que la conservación de los equipos biomédicos comienza por el buen uso de los mismos, por lo que es esencial que el personal sanitario esté capacitado para utilizarlos adecuadamente. En algunos casos incluso podría encargarse de las tareas básicas de mantenimiento, como la inspección visual o la limpieza.

Como regla general, la complejidad de la tecnología determinará si la institución sanitaria puede realizar el mantenimiento con sus recursos internos o necesita contratar a proveedores externos o técnicos del fabricante que se encarguen de las tareas más difíciles que demanden un mayor grado de pericia, como la calibración o la sustitución de piezas o elementos. 

Por último, se debe considerar la gestión financiera y operativa detrás de todas las actividades de mantenimiento. No solo hay que supervisar los costos asociados al mantenimiento sino también asegurarse de que se realiza siguiendo el cronograma programado para reducir su impacto en la operatividad del hospital o centro de salud. 

En Eductrade tenemos en cuenta todos estos factores antes de poner en marcha nuestros proyectos para suministrar equipamiento biomédico, como el del  centro hospitalario Can Misses de Ibiza, por lo que también proporcionamos servicios de mantenimiento y reposición de equipos.