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Conservación y mantenimiento de la infraestructura hidráulica: ¿por qué es esencial?

Las infraestructuras hidráulicas desempeñan un papel fundamental en nuestro día a día, aunque no siempre seamos plenamente conscientes de ello. Desde el suministro de agua potable hasta la gestión de aguas residuales o pluviales, estas obras mejoran considerablemente nuestra calidad de vida, contribuyen al crecimiento económico de las regiones e incluso permiten usar de manera más racional ese valioso recurso.

Sin embargo, para que estas estructuras cumplan su cometido es imprescindible contar con un plan de mantenimiento que prevea revisiones e intervenciones periódicas.

Agua segura, futuro seguro: la importancia del mantenimiento de las obras hidráulicas

La adecuada conservación y el mantenimiento de las obras hidráulicas alarga su vida útil, optimiza su rendimiento y contribuye a un desarrollo sostenible, garantizando al mismo tiempo el bienestar de las comunidades, por lo que se trata de una inversión estratégica.

Preservar la calidad del agua y garantizar el acceso a la misma

Mantener en perfectas condiciones las estructuras que transportan agua de un lugar a otro es vital para garantizar un servicio continuo y preservar la cantidad y calidad del agua que llega a los hogares. El mantenimiento regular facilita la detección temprana de fugas para evitar cortes de suministro que afecten a los usuarios.

Asimismo, la limpieza adecuada de las tuberías de abastecimiento y la actualización de las plantas y tecnologías de tratamiento garantizan que el agua sea potable y cumpla con los estándares de salud y seguridad. Ese tipo de medidas proactivas protegen la salud pública y mejoran la calidad de vida de los ciudadanos reduciendo al mínimo los fallos en el servicio.

Prevenir pérdidas económicas y preservar la cantidad de agua

Generar agua potable requiere un gran esfuerzo, pero entre el 30 y 50% de esa producción no se rentabiliza, ya sea debido a las fugas o las conexiones ilegales. El agua no contabilizada (ANC) representa un gran problema para las empresas gestoras de servicios de Agua en todo el mundo, hasta el punto de poner en riesgo su viabilidad financiera.

De hecho, la merma de los ingresos y el aumento de los costes operacionales reducen los recursos económicos disponibles para mantener y/o mejorar dichas infraestructuras, creando un déficit que muchas municipalidades o compañías no pueden suplir.

Pensemos que un agua no contabilizada del 50% supone que tenemos que captar (recurso hídrico muchas veces escaso) tratar y transportar el doble del agua que finalmente llegamos a registrar en destino. Si conseguimos controlar que el agua contabilizada pase del 50 al 70% (30% de ANC), supone un incremento del 40% del agua efectivamente servida, que es mucho más eficiente que sobredimensionar el volumen de agua a tratar un 40%, en lo que implica captación, tratamiento, distribución, para que finalmente la mitad de esa agua adicional se vuelva a perder.

Contar con un modelo de balance hídrico eficaz, así como con sistemas de medición y control más exactos y modernos, permite reducir esas pérdidas y usos no registrados para que el proceso de producción y suministro de agua sea más rentable y eficiente.

Promover la sostenibilidad ambiental y cuidar la salud

El mantenimiento preventivo bien planificado permite preservar los cursos de agua y gestionar de forma más racional este bien valioso. La implementación de prácticas sostenibles, como la reutilización del agua y la integración de tecnologías verdes reduce la presión sobre los recursos hídricos y disminuye el impacto ambiental de estas infraestructuras.

Asumir un enfoque proactivo y sostenible garantiza la funcionalidad continua de las obras hidráulicas y contribuye a la resiliencia de las comunidades frente a los desafíos ambientales. Asimismo, el mantenimiento correcto ayuda a prevenir la contaminación de ríos y arroyos, minimizando la degradación del hábitat acuático para preservar la biodiversidad y la calidad del agua. En cambio, el mantenimiento inadecuado de las redes de alcantarillado/saneamiento puede provocar focos de contaminación que terminen afectando tanto a nuestra salud como al medio ambiente.

Evitar los daños que causan las lluvias torrenciales

Las infraestructuras hidráulicas no solo proporcionan agua potable, también permiten gestionar las aguas pluviales y prevenir inundaciones. Por ese motivo, unas infraestructuras en malas condiciones representan un riesgo latente.

El mantenimiento preventivo de represas, canales, cauces naturales y sistemas de drenaje es crucial para gestionar los flujos de agua repentinos causados por condiciones climáticas de lluvia extremas y evitar que se produzcan inundaciones devastadoras que no solo dañan las propiedades, sino que también conducen a la pérdida de vidas humanas.

La limpieza regular de los canales y ríos, así como la inspección de las estructuras de retención son acciones clave para garantizar que estas obras cumplan su cometido con eficacia. Invertir en inspecciones regulares y en el mantenimiento predictivo mitigará el impacto de los eventos climáticos extremos y evitará daños económicos cuantiosos.

Mayor eficiencia operativa y reducción de costes a largo plazo

La conservación y el mantenimiento de las estructuras que transportan agua de un lugar a otro y, en sentido general de todas las obras hidráulicas, mejora su eficiencia operativa y disminuye el costo a largo plazo. Por ejemplo, analizar las vibraciones de los motores, realizar un control de caudales mínimos o aplicar termografías de los cuadros eléctricos son medidas importantes para asegurarse de que todo funciona adecuadamente.

En la actualidad, la tecnología desempeña un papel protagónico a la hora de optimizar el mantenimiento y ganar eficiencia ya que permite gestionar un gran volumen de datos a través de sistemas de telecontrol, telemedición y telemando. Por una parte, posibilita monitorear el sistema hidráulico en tiempo real para conocer los usos del agua en cada punto, detectar el consumo de los usuarios y su facturación, así como identificar potenciales derivaciones injustificadas que demanden una verificación en campo.

Por otra parte, la tecnología también facilita el control en tiempo real de los equipos, válvulas, etc. para realizar un mantenimiento predictivo que contribuya a evitar paradas imprevistas. Con la ayuda del Big Data y la Inteligencia Artificial incluso se puede integrar información complementaria, como los datos meteorológicos, para optimizar la gestión del agua, reducir costes y lograr una contraprestación justa que se puede reinvertir para proporcionar un servicio mejor.

Identificar los problemas a tiempo, implementar tecnologías más eficientes y optimizar los procesos de gestión asegura un rendimiento continuo y evita incurrir en reparaciones mayores y más costosas. Es una inversión estratégica que facilita la estabilidad financiera a lo largo de los años de este tipo de proyectos.

El compromiso de Eductrade

En Eductrade buscamos soluciones tecnológicas innovadoras en el sector hidráulico para promover un desarrollo sostenible de alto impacto social. Tal es el caso del proyecto de rehabilitación, mejora y ampliación del sistema de agua potable de la ciudad de Jinotepe, en Nicaragua, a través del cual abasteceremos a una población de 55.000 habitantes, o la creación de dos sistemas de agua potable y el alcantarillado en la Región de Arequipa, en Perú, para ampliar la cobertura, mejorar la calidad y promover un uso más sostenible.

Abordamos nuestros proyectos de infraestructura hidráulica teniendo en mente la importancia de proteger los recursos hídricos y los ecosistemas, sin olvidar el bienestar de las personas. Así podemos asegurar un suministro continuo de agua mientras ayudamos a las comunidades a prepararse para enfrentar los desafíos del futuro.