¿Cómo lograr un proyecto de infraestructura energética eficiente?

proyecto de infraestructura energetica eficiente

La energía eléctrica es fundamental para el desarrollo socioeconómico. Sin embargo, es necesario generarla a partir de fuentes renovables y lograr que el proceso de producción y distribución sea más eficiente. Por ese motivo, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas consiste en “duplicar la tasa mundial de mejora de la eficiencia energética” con vistas a 2030.

La Unión Europea también ha fijado entre sus prioridades garantizar a toda la población el acceso a una energía segura, limpia y asequible. Para lograrlo, apoya y subvenciona diferentes proyectos de infraestructuras energéticas que permitan producir, almacenar y distribuir energía de forma eficiente.

El reto de la eficiencia en el mix energético con las renovables

Los mercados eléctricos están siendo sacudidos por grandes cambios en el plano regulatorio, tecnológico y social. La descarbonización de la economía supone un nuevo reto al demandar el desarrollo de un modelo energético que no solo sea sostenible sino también fiable.

El progresivo protagonismo de las tecnologías renovables en detrimento de los combustibles fósiles en el mix energético implica una mayor exposición a sus fluctuaciones e intermitencia, lo cual exige mecanismos de gestión más eficientes que garanticen el suministro energía eléctrica en todo momento.

El principal desafío consiste en lograr un sistema eléctrico flexible que se adapte a los cambios en la demanda energética usando sus recursos de manera más eficiente. Por tanto, es fundamental encontrar la combinación adecuada para suplir la disminución puntual de la producción de energía de fuentes renovables y buscar alternativas de almacenamiento para los momentos en que se produce un exceso de generación.

Las 3 claves para desarrollar proyectos de infraestructuras energéticas eficientes

Planificación estratégica

La planificación estratégica es lo que garantiza un enfoque integral y eficaz para optimizar los recursos y maximizar los resultados de los proyectos de infraestructuras energéticas. Se debe partir de una evaluación exhaustiva de las necesidades energéticas específicas de la región, así como de las demandas futuras en base al crecimiento previsto, las tendencias demográficas y las proyecciones de desarrollo económico para garantizar la sostenibilidad a largo plazo.

Habrá que hacer además un análisis detallado de los recursos energéticos disponibles para determinar las opciones de generación de energía más adecuadas y sostenibles para el proyecto teniendo en cuenta su capacidad de producción y fiabilidad. Así se logrará el mix óptimo que satisfaga las necesidades de la forma más eficiente posible.

Integración de tecnologías innovadoras

Implementar tecnologías innovadoras es fundamental para optimizar un proyecto de infraestructura energética y lograr que sea más eficiente, sobre todo cuando se integran fuentes de energía renovable. En ese caso, utilizar sistemas avanzados de almacenamiento, como baterías de alto rendimiento, permite absorber el exceso de energía generada para usarla cuando se produzcan picos de demanda y garantizar un suministro estable y continuo.

El uso de redes inteligentes también contribuye a integrar de manera más eficiente las fuentes de energía distribuidas y gestionar mejor la demanda energética. Estas redes incorporan la tecnología digital y domótica más avanzada para facilitar el intercambio bidireccional de energía e información en toda la infraestructura.

Asimismo, los sistemas de información y control automatizados permiten monitorear y optimizar el flujo de energía en tiempo real para realizar una distribución más equitativa y eficiente. Al brindar una imagen más precisa del consumo y la demanda energética, así como del estado de cada nodo, segmento y elemento, contribuyen a aumentar la eficiencia operacional de las líneas e identificar áreas de mejora para usar de forma más responsable todo el ciclo.

Aplicar criterios de eficiencia energética en la construcción y operación

La eficiencia de un proyecto de infraestructura energética comienza en la etapa de diseño, pero se extiende al proceso de construcción y posterior operación. Implementar estándares de construcción sostenibles, usar materiales ecológicos e integrar sistemas de aislamiento eficientes, siempre que sea posible, permite reducir significativamente el impacto ambiental de la obra y mejorar la eficiencia térmica de las estructuras disminuyendo la pérdida de energía desde la propia concepción.

Adoptar prácticas operativas eficientes, como programas de mantenimiento preventivo y monitorear con regularidad los sistemas energéticos, también garantizan un funcionamiento óptimo y alargan la vida útil de los equipos y la infraestructura.

En este sentido, es importante no descuidar la capacitación del personal en el uso de sistemas de control automatizados. Así se optimizará el rendimiento de la infraestructura energética mientras se reducen los costos operativos y de mantenimiento a largo plazo.

Eductrade está firmemente comprometida con el diseño e implementación de proyectos de infraestructuras energéticas eficientes. Aplicamos un enfoque integral que contribuye a suministrar electricidad de manera sostenible, económica y segura sentando las bases para un futuro energético más limpio y resiliente.

Conservación y mantenimiento de la infraestructura hidráulica: ¿por qué es esencial?

Las infraestructuras hidráulicas desempeñan un papel fundamental en nuestro día a día, aunque no siempre seamos plenamente conscientes de ello. Desde el suministro de agua potable hasta la gestión de aguas residuales o pluviales, estas obras mejoran considerablemente nuestra calidad de vida, contribuyen al crecimiento económico de las regiones e incluso permiten usar de manera más racional ese valioso recurso.

Sin embargo, para que estas estructuras cumplan su cometido es imprescindible contar con un plan de mantenimiento que prevea revisiones e intervenciones periódicas.

Agua segura, futuro seguro: la importancia del mantenimiento de las obras hidráulicas

La adecuada conservación y el mantenimiento de las obras hidráulicas alarga su vida útil, optimiza su rendimiento y contribuye a un desarrollo sostenible, garantizando al mismo tiempo el bienestar de las comunidades, por lo que se trata de una inversión estratégica.

Preservar la calidad del agua y garantizar el acceso a la misma

Mantener en perfectas condiciones las estructuras que transportan agua de un lugar a otro es vital para garantizar un servicio continuo y preservar la cantidad y calidad del agua que llega a los hogares. El mantenimiento regular facilita la detección temprana de fugas para evitar cortes de suministro que afecten a los usuarios.

Asimismo, la limpieza adecuada de las tuberías de abastecimiento y la actualización de las plantas y tecnologías de tratamiento garantizan que el agua sea potable y cumpla con los estándares de salud y seguridad. Ese tipo de medidas proactivas protegen la salud pública y mejoran la calidad de vida de los ciudadanos reduciendo al mínimo los fallos en el servicio.

Prevenir pérdidas económicas y preservar la cantidad de agua

Generar agua potable requiere un gran esfuerzo, pero entre el 30 y 50% de esa producción no se rentabiliza, ya sea debido a las fugas o las conexiones ilegales. El agua no contabilizada (ANC) representa un gran problema para las empresas gestoras de servicios de Agua en todo el mundo, hasta el punto de poner en riesgo su viabilidad financiera.

De hecho, la merma de los ingresos y el aumento de los costes operacionales reducen los recursos económicos disponibles para mantener y/o mejorar dichas infraestructuras, creando un déficit que muchas municipalidades o compañías no pueden suplir.

Pensemos que un agua no contabilizada del 50% supone que tenemos que captar (recurso hídrico muchas veces escaso) tratar y transportar el doble del agua que finalmente llegamos a registrar en destino. Si conseguimos controlar que el agua contabilizada pase del 50 al 70% (30% de ANC), supone un incremento del 40% del agua efectivamente servida, que es mucho más eficiente que sobredimensionar el volumen de agua a tratar un 40%, en lo que implica captación, tratamiento, distribución, para que finalmente la mitad de esa agua adicional se vuelva a perder.

Contar con un modelo de balance hídrico eficaz, así como con sistemas de medición y control más exactos y modernos, permite reducir esas pérdidas y usos no registrados para que el proceso de producción y suministro de agua sea más rentable y eficiente.

Promover la sostenibilidad ambiental y cuidar la salud

El mantenimiento preventivo bien planificado permite preservar los cursos de agua y gestionar de forma más racional este bien valioso. La implementación de prácticas sostenibles, como la reutilización del agua y la integración de tecnologías verdes reduce la presión sobre los recursos hídricos y disminuye el impacto ambiental de estas infraestructuras.

Asumir un enfoque proactivo y sostenible garantiza la funcionalidad continua de las obras hidráulicas y contribuye a la resiliencia de las comunidades frente a los desafíos ambientales. Asimismo, el mantenimiento correcto ayuda a prevenir la contaminación de ríos y arroyos, minimizando la degradación del hábitat acuático para preservar la biodiversidad y la calidad del agua. En cambio, el mantenimiento inadecuado de las redes de alcantarillado/saneamiento puede provocar focos de contaminación que terminen afectando tanto a nuestra salud como al medio ambiente.

Evitar los daños que causan las lluvias torrenciales

Las infraestructuras hidráulicas no solo proporcionan agua potable, también permiten gestionar las aguas pluviales y prevenir inundaciones. Por ese motivo, unas infraestructuras en malas condiciones representan un riesgo latente.

El mantenimiento preventivo de represas, canales, cauces naturales y sistemas de drenaje es crucial para gestionar los flujos de agua repentinos causados por condiciones climáticas de lluvia extremas y evitar que se produzcan inundaciones devastadoras que no solo dañan las propiedades, sino que también conducen a la pérdida de vidas humanas.

La limpieza regular de los canales y ríos, así como la inspección de las estructuras de retención son acciones clave para garantizar que estas obras cumplan su cometido con eficacia. Invertir en inspecciones regulares y en el mantenimiento predictivo mitigará el impacto de los eventos climáticos extremos y evitará daños económicos cuantiosos.

Mayor eficiencia operativa y reducción de costes a largo plazo

La conservación y el mantenimiento de las estructuras que transportan agua de un lugar a otro y, en sentido general de todas las obras hidráulicas, mejora su eficiencia operativa y disminuye el costo a largo plazo. Por ejemplo, analizar las vibraciones de los motores, realizar un control de caudales mínimos o aplicar termografías de los cuadros eléctricos son medidas importantes para asegurarse de que todo funciona adecuadamente.

En la actualidad, la tecnología desempeña un papel protagónico a la hora de optimizar el mantenimiento y ganar eficiencia ya que permite gestionar un gran volumen de datos a través de sistemas de telecontrol, telemedición y telemando. Por una parte, posibilita monitorear el sistema hidráulico en tiempo real para conocer los usos del agua en cada punto, detectar el consumo de los usuarios y su facturación, así como identificar potenciales derivaciones injustificadas que demanden una verificación en campo.

Por otra parte, la tecnología también facilita el control en tiempo real de los equipos, válvulas, etc. para realizar un mantenimiento predictivo que contribuya a evitar paradas imprevistas. Con la ayuda del Big Data y la Inteligencia Artificial incluso se puede integrar información complementaria, como los datos meteorológicos, para optimizar la gestión del agua, reducir costes y lograr una contraprestación justa que se puede reinvertir para proporcionar un servicio mejor.

Identificar los problemas a tiempo, implementar tecnologías más eficientes y optimizar los procesos de gestión asegura un rendimiento continuo y evita incurrir en reparaciones mayores y más costosas. Es una inversión estratégica que facilita la estabilidad financiera a lo largo de los años de este tipo de proyectos.

El compromiso de Eductrade

En Eductrade buscamos soluciones tecnológicas innovadoras en el sector hidráulico para promover un desarrollo sostenible de alto impacto social. Tal es el caso del proyecto de rehabilitación, mejora y ampliación del sistema de agua potable de la ciudad de Jinotepe, en Nicaragua, a través del cual abasteceremos a una población de 55.000 habitantes, o la creación de dos sistemas de agua potable y el alcantarillado en la Región de Arequipa, en Perú, para ampliar la cobertura, mejorar la calidad y promover un uso más sostenible.

Abordamos nuestros proyectos de infraestructura hidráulica teniendo en mente la importancia de proteger los recursos hídricos y los ecosistemas, sin olvidar el bienestar de las personas. Así podemos asegurar un suministro continuo de agua mientras ayudamos a las comunidades a prepararse para enfrentar los desafíos del futuro.

Trabajando por un agua limpia y saneamiento para todo el mundo

agua limpia ODS

En el año 2015 la ONU aprobó la Agenda 2030 con la intención de marcar el rumbo hacia una sociedad más justa e igualitaria en la que se implemente un modelo de desarrollo sostenible que permita generar bienestar y al mismo tiempo proteger el medio ambiente. Dentro de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) previstos se encuentra proteger nuestro recurso más valioso: el agua.

El impacto del agua contaminada y la falta de saneamiento

El agua es fundamental para nuestra existencia, pero sigue siendo un recurso escaso para entre 2 y 3 mil millones de personas en el mundo, un problema que podría agravarse en las próximas décadas si no tomamos medidas inmediatas, según la UNESCO.

La escasez de agua pone en peligro los medios de subsistencia de muchas personas y representa un grave riesgo para la seguridad alimentaria a nivel mundial. La creciente incidencia de sequías extremas durante periodos de tiempo cada vez más prolongados también está estresando los ecosistemas, con consecuencias terribles para las plantas y los animales.

Los problemas con el agua no se limitan solo a su disponibilidad sino también a su potabilidad. En el mundo, 3 de cada 10 personas no tienen acceso a servicios de agua potable y 6 de cada 10 no tienen instalaciones de saneamiento seguras, según reveló Naciones Unidas. En la actualidad, más del 80 % de las aguas residuales de las actividades humanas siguen vertiéndose en el mar o los ríos sin recibir ningún tratamiento, lo que provoca su contaminación.

El acceso a agua limpia y saneamiento (ODS-6) no solo es un derecho humano, también es una condición imprescindible para la salud. Las enfermedades relacionadas con el agua contaminada y un saneamiento deficiente siguen siendo las principales causas de fallecimiento de niños menores de 5 años.

Cada año mueren más de 2 millones de personas en el mundo debido a enfermedades diarreicas, la inmensa mayoría por culpa de la falta de higiene y el agua insalubre. Desde cólera, disentería, hepatitis A, fiebre tifoidea, esquistosomiasis y poliomielitis, las personas contraen enfermedades que se podrían prevenir con una gestión hídrica adecuada.

Por una gestión más sostenible de los recursos hídricos

La gestión sostenible de los recursos hídricos es fundamental para optimizar la producción de alimentos e incluso la producción de energía, así como para garantizar un trabajo digno y un crecimiento económico sostenible a largo plazo. También nos permitiría preservar mejor los ecosistemas hídricos, terrestres (ODS-15) o marinos (ODS-14) y su diversidad biológica, combatiendo de manera más eficaz el cambio climático (ODS-13).

Un estudio realizado por el Grupo Banco Mundial, UNICEF y la OMS calculó que ampliar los servicios básicos de agua y saneamiento a las poblaciones que carecen de los mismos podría costar unos 28 400 millones de dólares anuales hasta 2030. Aunque parece un costo enorme, en realidad solo representa el 0,10 % de la producción total de los 140 países analizados.

De hecho, el impacto económico de no invertir en agua limpia y saneamiento es aún mayor. En la India, por ejemplo, las consecuencias y los costes económicos de la falta de saneamiento y acceso al agua potable implica una reducción del 6,4 % del PIB.

Más allá del coste económico que demanda la gestión eficiente del agua y los servicios de saneamiento, debemos tener claro que si no ponemos en marcha las infraestructuras adecuadas, millones de personas seguirán muriendo cada año porque no tienen acceso al agua limpia y saneamiento, seguiremos perdiendo diversidad biológica y los ecosistemas podrían sufrir daños irreversibles.

¿Qué podemos hacer para garantizar agua limpia a todos?

Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos” es uno de los ODS que ha planteado Naciones Unidas. La meta es lograr que todos tengan acceso al agua potable a un precio asequible y a servicios de saneamiento e higiene adecuados en 2030.

Para lograrlo, Naciones Unidas propone una serie de acciones, como reducir la contaminación del agua eliminando el vertido de productos químicos, materiales peligrosos y aguas residuales sin tratar. También hace un llamado a proteger y recuperar los ecosistemas hídricos, así como a usar de manera más eficiente este recurso para poder garantizar un abastecimiento de agua dulce sostenible a lo largo del tiempo.

Sin embargo, los ODS relacionados con el agua limpia y saneamiento solo se podrán alcanzar poniendo en marcha una gestión integrada de los recursos hídricos a todos los niveles, implicando tanto a las comunidades locales como recurriendo a la cooperación internacional.

Es esencial apoyar a los países en desarrollo para que puedan implementar proyectos relacionados con el agua limpia y el saneamiento, como los que pone en marcha Eductrade, donde llevamos más de 40 años contribuyendo al progreso social.

Llevamos a cabo proyectos de infraestructuras hidráulicas aportando soluciones al ciclo integral del agua, ya sea el abastecimiento, saneamiento, tratamiento de las aguas (residuales, potable, desalación), regadíos, aprovechamiento hidroeléctrico, etc. Así ponemos nuestro granito de arena para proteger la salud de las personas y el ecosistema mientras impulsamos un desarrollo económico y social sostenible.

Pasos fronterizos: puentes hacia la diversidad cultural y el desarrollo económico

Puesto fronterizo de Peñas Blancas

La delimitación de las fronteras es un elemento esencial para el funcionamiento de cualquier Estado ya que permite establecer con exactitud los límites de su jurisdicción marcando distancia con los países limítrofes. No obstante, esos límites no son infranqueables. Cada Estado suele tener diferentes pasos fronterizos a través de los cuales gestiona la circulación de personas y mercancías.

¿Qué son los pasos fronterizos?

La frontera es un límite artificial trazado entre diferentes territorios para delimitar la competencia de los respectivos Estados. A lo largo de la historia, las fronteras se han establecido de diferentes maneras, aunque generalmente se suele recurrir a elementos divisorios naturales como las montañas, cursos de agua u otro tipo de accidentes geográficos.

Los pasos fronterizos son lugares ubicados en el Límite Político Internacional a través de los cuales es posible la entrada y salida oficial por vía terrestre de un país a otro. Se trata de puntos estratégicos donde se concentran las infraestructuras e instalaciones necesarias para realizar los controles aduaneros, migratorios y de seguridad que permitan regular el flujo de personas, bienes y servicios entre dos naciones.

¿Para qué sirven los pasos fronterizos exactamente?

El principal objetivo de los pasos fronterizos es facilitar el movimiento legítimo de personas y mercancías entre dos países manteniendo al mismo tiempo la seguridad de las fronteras. Una gestión fronteriza adecuada ayuda a los Estados a mantener un equilibrio en las entradas y salidas que preserve sus intereses en materia de seguridad nacional mientras cumple con el derecho internacional y protege los derechos de las personas que cruzan las fronteras.

Para lograrlo, los pasos fronterizos deben contar con estructuras y recursos que faciliten el movimiento seguro de personas y mercancías. De hecho, en Eductrade, como expertos en el desarrollo de grandes proyectos que promueven el bienestar social, estamos comprometidos con la construcción y equipamiento de los puestos fronterizos de Peñas Blancas, Paso Canoas y Sabalito en Costa Rica para modernizar su infraestructura física y tecnológica.

Nodos imprescindibles para la integración y el comercio

En un mundo globalizado, los pasos fronterizos deben estar preparados para facilitar el paso de los ciudadanos y las mercancías. El cierre de las fronteras prácticamente en todo el mundo a raíz de la pandemia de coronavirus demostró su importancia en todos los niveles.

  1. Facilitar el desarrollo económico

Los pasos fronterizos son puntos de conexión vital para el intercambio de bienes y servicios entre los países. De hecho, la mayor parte del comercio interregional discurre por esos pasos terrestres, por lo que son esenciales para el fomento del comercio y el desarrollo económico de las naciones. En la actualidad, hasta el 15% del valor de los bienes comercializados se deben a los costos de los pasos fronterizos, el 75% de los cuales se producen por procesos ineficientes, según reveló la Asociación Latinoamericana de Integración, de manera que su modernización permitiría a los países sincronizar mejor los procesos productivos que dependen de ellos y lograr una economía más competitiva.

  1. Control migratorio y de seguridad

Los pasos fronterizos son una pieza clave para regular la inmigración, tanto legal como ilegal. Permiten monitorizar la entrada y salida de personas del país determinando la identidad de quienes cruzan la frontera. A través de estos puntos se puede facilitar el flujo de trabajadores y servicios a las zonas fronterizas, pero también prevenir el tráfico ilegal de personas o detectar a delincuentes peligrosos. Por tanto, contribuyen a debilitar las redes de delincuencia organizada y reducir las amenazas que puedan representar los grupos terroristas para el país.

  1. Supervisión aduanera

En los pasos fronterizos también se pueden realizar actividades aduaneras que permitan recaudar impuestos especiales, así como luchar contra el comercio ilícito que afecte la economía local. Esas inspecciones son esenciales para prevenir el contrabando de drogas, armas u otros materiales ilegales o peligrosos que de otra manera terminarían creando problemas de seguridad en el país.

  1. Protección de la salud y el medio ambiente

Los pasos fronterizos no solo son importantes desde el punto de vista económico y migratorio, también son fundamentales para proteger la salud de la población. En estos puntos se pueden realizar controles sanitarios a las personas o animales para prevenir la propagación de enfermedades, así como proteger el medio ambiente evitando la entrada de especies invasoras o dañinas que alteren los ecosistemas locales.

  1. Integración regional

Los pasos fronterizos no son únicamente un punto de control sino también de unión ya que pueden promover la integración y la cooperación regional entre países vecinos. Al facilitar el tránsito de personas y mercancías, contribuyen al fortalecimiento de los lazos políticos, económicos y culturales, fomentando así la colaboración y estabilidad en la región.

De esta forma, los pasos fronterizos se convierten en una pieza primordial en las estrategias de seguridad interior de las naciones, pero también brindan la oportunidad de promover el crecimiento económico y el desarrollo social a través del dinamismo y la innovación que aporta el movimiento de personas, mercancías y servicios por las fronteras.

Construyendo un futuro mejor: ¿cómo los ODS pueden transformar el mundo?

objetivos de desarrollo sostenible

En 2015, la ONU aprobó una nueva agenda para marcar el camino hacia una sociedad más justa e igualitaria, así como para proteger el medio ambiente y promover un desarrollo más sostenible. La Agenda 2030 cuenta con 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), cada uno desglosado en diferentes metas con las que no solo deben comprometerse los gobiernos sino también las empresas y los ciudadanos en general.

¿Qué desafíos globales abordan los Objetivos de Desarrollo Sostenible?

Objetivo 1: Erradicar la pobreza extrema

El 10 % de la población mundial vive en situación de pobreza extrema, razón por la cual el primer ODS que ha planteado la ONU es garantizar que todas las personas tengan los mismos derechos sobre los recursos económicos y naturales, para que puedan satisfacer sus necesidades básicas.

Objetivo 2: Poner fin al hambre

En el mundo, una de cada nueve personas no se alimenta lo suficiente y siguen muriendo niños por desnutrición. Este ODS no solo asegura a los más vulnerables una alimentación sana, nutritiva y suficiente, sino que también se propone duplicar la productividad agrícola para 2030 fomentando prácticas más resilientes y sostenibles.

Objetivo 3: Promover el bienestar y la salud

La salud sigue siendo una tarea pendiente en muchos países, por lo que este ODS fomenta el acceso universal a los servicios sanitarios esenciales, tanto en términos de tratamiento como de prevención, para proteger la salud física y mental.

Objetivo 4: Garantizar una educación de calidad durante toda la vida

A nivel mundial, 57 millones de niños no asisten a la escuela y 617 millones de jóvenes no están alfabetizados. Los ODS quieren garantizar el acceso universal a una educación gratuita, equitativa y de calidad que brinde una formación profesional para todos.

Objetivo 5: Lograr la igualdad de género

Una de cada cinco mujeres y niñas sigue sufriendo violencia física o sexual. La ONU quiere erradicar la discriminación y la violencia de género fomentando nuevos marcos legales y políticas de empoderamiento que garanticen la participación plena y efectiva de las mujeres en la sociedad.

Objetivo 6: Garantizar el agua potable

Todavía 3 de cada 10 personas no tienen acceso a agua potable segura. Este ODS promueve el acceso universal y equitativo al agua potable a un precio asequible, así como a servicios de saneamiento e higiene adecuados. También hace un llamamiento a mejorar la calidad del agua, usarla de forma más eficiente y proteger los ecosistemas hídricos.

Objetivo 7: Asegurar el acceso a la energía

El 13% de la población mundial vive sin acceso a los servicios modernos de electricidad, lo cual limita su desarrollo y calidad de vida. Este ODS impulsa las tecnologías renovables para facilitar el acceso universal a una energía asequible, segura y, sobre todo, sostenible.

Objetivo 8: Promover un crecimiento económico inclusivo y sostenible

La tasa de mundial de desempleo es del 5,6% y todavía el 61% de las personas desempeñan un trabajo no regulado. La ONU aboga por empleos más seguros y de mayor calidad fomentando la diversificación económica, innovación y modernización tecnológica.

Objetivo 9: Construir infraestructuras modernas

La falta de infraestructuras lastra en un 40% la productividad de las empresas, sobre todo en los países en desarrollo. Este ODS promueve el desarrollo de infraestructuras fiables, resilientes y de calidad que faciliten una industrialización inclusiva y sostenible basada en el crecimiento de las pequeñas industrias.

Objetivo 10: Reducir la desigualdad en y entre los países

Los niños más pobres de los países en desarrollo tienen hasta tres veces más probabilidades de morir antes de cumplir cinco años que los más ricos. Estos ODS quieren asegurar que los ingresos del 40% más pobre de la población crezcan por encima del promedio nacional y garantizar la igualdad de oportunidades adaptando las políticas fiscales, salariales y de protección social.

Objetivo 11: Fomentar ciudades más seguras, inclusivas y sostenibles

En 2030, aproximadamente 5 mil millones de personas vivirán en ciudades, de manera que los ODS también se plantean lograr urbes más limpias, seguras, resilientes y sostenibles que faciliten a sus ciudadanos el acceso a los servicios básicos, desde la energía hasta la vivienda y el transporte.

Objetivo 12: Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles

Si la población mundial alcanza los 9,6 mil millones de habitantes en 2050, necesitaríamos casi tres planetas para mantener el estilo de vida actual. Este ODS propone una gestión más sostenible y eficiente de los recursos naturales, reducir a la mitad el desperdicio de alimentos y apostar por el reciclaje.

Objetivo 13: Combatir el cambio climático

La ONU ha diseñado una estrategia en 360 grados para abordar los retos que representa el cambio climático. Los ODS enfatizan en la educación, sensibilización y capacidad humana para mitigar sus efectos, prevenirlos y adaptarse a los desastres naturales cada vez más frecuentes.

Objetivo 14: Preservar los océanos

Los océanos absorben el 30% del CO2 y son el sustento de más de 3 mil millones de personas, por lo que es imprescindible protegerlos. Los ODS plantean proteger y restaurar los ecosistemas marinos y costeros, reducir significativamente la contaminación marina para 2025 y regular la explotación pesquera.

Objetivo 15: Proteger la biodiversidad

Más del 80% de las especies terrestres viven en los bosques, pero la desertificación representa una amenaza. Estos ODS buscan proteger, recuperar y utilizar de manera sostenible los ecosistemas terrestres. Se proponen rehabilitar las tierras degradadas, erradicar la caza furtiva y proteger la biodiversidad de estos ecosistemas.

Objetivo 16: Promover sociedades justas, pacíficas e inclusivas

Los ODS quieren crear sociedades más pacíficas y justas promoviendo instituciones más responsables e inclusivas. Entre sus metas se encuentran garantizar el acceso a la justicia, reducir las diferentes formas de violencia y poner fin al maltrato, la explotación y trata de personas.

Objetivo 17: Revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible

Este ODS promueve las alianzas entre gobiernos, el sector privado y la sociedad civil para priorizar a las personas y el cuidado del planeta. Fomenta la ayuda a los países en desarrollo y la financiación de proyectos que nos permitan crear una sociedad más igualitaria, resiliente y sostenible sin incurrir en un endeudamiento excesivo.

En Eductrade estamos impulsando los Objetivos de Desarrollo Sostenibles  en 40 países a través de proyectos de entidad que promocionan la salud, así como el tratamiento y limpieza de aguas. También estamos comprometidos con programas que fomentan la educación inclusiva, la igualdad de género, y la formación para generar trabajos de calidad.  Este planteamiento está avalado por procesos auditados de Responsabilidad Social Corporativa que valida nuestra contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la agenda 2030 de la O.N.U.  Así, podremos seguir ampliando nuestro compromiso en desarrollo social.

 

Foto de Eduardo Casajús Gorostiaga en Unsplash

La arquitectura hospitalaria como elemento terapéutico

diseño arquitectura hospitalaria

Durante muchos años la arquitectura hospitalaria se enfocó en la funcionalidad. Los hospitales solían ser estructuras sencillas y funcionales cuyo objetivo principal era acomodar a un gran número de pacientes para que recibieran tratamiento, asegurando la limpieza e higiene.

Sin embargo, el diseño de los hospitales modernos ha cambiado mucho, en gran parte impulsado por las evidencias de que la arquitectura puede reducir el estrés de los pacientes y su familia y acelerar la curación.

Como resultado, una nueva arquitectura hospitalaria se está abriendo paso. Ya no solo se tiene en cuenta la funcionalidad y el cumplimiento de la normativa, sino que se diseñan espacios más innovadores, acogedores y sostenibles que mejoran la estancia de los pacientes y sus familiares y el trabajo del personal sanitario.

Diseño biofílico: trasladar el poder sanador de la naturaleza al hospital

Los hospitales están concebidos para brindar asistencia médica, realizar procedimientos quirúrgicos y tratamientos médicos, así como para facilitar la recuperación de los pacientes. Los arquitectos no pueden descuidar esas funciones básicas, pero pueden incluir en sus proyectos nuevos elementos que promuevan la recuperación de los pacientes y mejoren su estancia.

Un espacio físico bien diseñado puede convertirse en una poderosa herramienta curativa. Exponerse a la luz natural reduce el estrés y facilita la recuperación, por ejemplo, por lo que no es extraño que un estudio publicado en Environmental Health Insights revelara que los pacientes que estaban en camas cerca de las ventanas tenían una estancia menor.

Importancia de las zonas verdes para la recuperación de los pacientes

También se conoce que las vistas exteriores, en particular a espacios verdes, mejora el estado de ánimo de los pacientes, facilita su recuperación e incluso reduce la necesidad de analgésicos después de una cirugía.

Investigadores de la Universidad de California constataron que el 95% de las personas que caminan por los jardines de los hospitales reportan un beneficio terapéutico por el simple hecho de estar en ellos: no solo mejora su estado de ánimo, sino que toleran mejor los procedimientos médicos.

Todo parece indicar que el contacto con la naturaleza también tiene una influencia beneficiosa sobre el personal sanitario, que refiere ser más productivo, y contribuye a aliviar el estrés de los acompañantes. Es probable que esos efectos positivos en la red de apoyo y cuidado de los pacientes terminen reflejándose en una mejor atención que acelere ulteriormente su recuperación.

Por esos motivos, la arquitectura sanitaria incluye cada vez más elementos naturales, lo que se conoce como diseño biofílico. Los grandes ventanales con vistas a la naturaleza o simplemente a un jardín vertical son elementos de diseño estratégico que contribuyen a crear un ambiente curativo.

Diseñando hospitales más acogedores y eficientes

La revolución que está viviendo la arquitectura hospitalaria no se limita a la incorporación del diseño biofílico, sino que implica revisar muchos otros elementos. El control del ruido es otro aspecto relevante ya que contribuye a crear un ambiente tranquilo que facilita el descanso de los pacientes y fomenta la concentración del personal sanitario.

También se está prestando más atención a las medidas de privacidad, como habitaciones privadas o cortinas bien diseñadas en habitaciones compartidas que garanticen la comodidad del paciente. Además de brindar más intimidad, esta distribución del espacio fomenta una mayor sensación de control ya que los pacientes pueden decidir cuándo socializar o descansar tranquilamente.

Un estudio realizado en hospitales de Montreal incluso demostró que rediseñar las habitaciones compartidas de la UCI para convertirlas en espacios privados redujo en más de un 50 % la tasa de infecciones nosocomiales y disminuyó en un 10% la estancia hospitalaria. Gracias a este descubrimiento, lo que antes se consideraba un lujo, se ha convertido en la opción estándar en esos hospitales para reducir la transmisión de organismos infecciosos y la tasa de mortalidad por su causa.

Eso significa que la nueva arquitectura hospitalaria no solo aumenta la satisfacción de los pacientes, sino que también reduce los costes y mejora los resultados clínicos. Trasciende el mero diseño de estructuras físicas para crear espacios que fomentan la curación y promueven el bienestar. La inclusión de elementos de tecnología avanzada y sistemas inteligentes, así como de soluciones más sostenibles que permitan un uso más eficiente de los recursos, llevará la arquitectura sanitaria al siguiente nivel.

En la actualidad, construir hospitales que prioricen la experiencia del paciente, se adapten a las necesidades del personal y propicien un ambiente curativo y acogedor es casi una obligación para mejorar la calidad de la atención médica.

En Eductrade estamos comprometidos con esa visión de la arquitectura sanitaria, por lo que desarrollamos proyectos de salud que incorporan soluciones originales con el objetivo de mejorar la calidad asistencial e impulsar el acceso universal de la población a la atención sanitaria.

Tratamiento de aguas: protegiendo el planeta, cuidando nuestra salud

tratamiento de aguas

El agua es fundamental para la vida, pero también se ha convertido en un recurso cada vez más escaso. De hecho, ¿sabías que 2 mil millones de personas viven en países que sufren escasez de agua y que un número aún mayor carece de acceso a agua potable segura?

La ONU también ha señalado que el 80 % de las aguas residuales vuelven al ecosistema sin ser tratadas o reutilizadas, por lo que no es extraño que uno de sus Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030 sea mejorar la calidad del agua y fomentar su tratamiento adecuado para poder reutilizarla sin riesgos.

En Eductrade no solo desarrollamos proyectos de infraestructuras hidráulicassino que también buscamos soluciones innovadoras al ciclo integral del agua, ya sea para facilitar su desalación y potabilización o para fomentar su reutilización y la depuración de aguas residuales.

En la ciudad nicaragüense de Jinotepe, por ejemplo, tenemos un proyecto de rehabilitación, mejora y ampliación del sistema de agua potable para abastecer a 55.000 personas y en la Central de Ciclo Combinado de Manzanillo III de Colima, en México, la más grande del país, nos encargamos del uso y tratamiento de las aguas industriales.

¿Qué es el tratamiento del agua?

El tratamiento de aguas es un proceso mediante el cual se elimina o reduce significativamente la contaminación del agua, logrando que tenga las características adecuadas para el uso al que se quiere destinar, ya sea para que la población pueda beberla y usarla en sus hogares o para verterla en los cursos de agua sin contaminarlos.

Según el grado de contaminación del agua, su proveniencia y destino final, se someterá a diferentes tratamientos. Los tratamientos físicos, por ejemplo, son métodos en los que se separan los elementos sólidos que se encuentran en el agua mientras que los tratamientos químicos generalmente implican añadir ciertos productos para desinfectar el agua y eliminar los minerales o sustancias dañinas.

También existen tratamientos biológicos que se utilizan para eliminar la materia orgánica y los contaminantes coloidales recurriendo a microorganismos que actúan sobre las partículas en suspensión y la transforman en sólidos sedimentables. Este tipo de tratamiento inspirado en la propia naturaleza se suele utilizar para luego verter el agua en el medio natural de forma segura.

El tratamiento de aguas, una inversión en salud y sostenibilidad

  1. Mejora el acceso al agua potable

Aproximadamente dos tercios de la superficie del planeta están cubiertos de agua, pero apenas un 2,5 % de esa agua es dulce y sólo un 0,4 % o incluso menos es apta para el consumo humano. El proceso de potabilización y desalinización podría permitir que todo el mundo tenga acceso a un agua segura para su salud ya que elimina los minerales, virus, bacterias y otras sustancias nocivas que suelen encontrarse en esta.

  1. Protege la salud humana

En la actualidad, las aguas contaminadas causan la muerte de 1,5 millones de niños cada año, según la ONU. El tratamiento adecuado del agua, para garantizar que sea apta para el consumo humano, podría evitar esas muertes y muchas enfermedades causadas por el agua insalubre, desde la disentería y el cólera hasta la hepatitis A, la poliomielitis y la fiebre tifoidea. Unos sistemas de saneamiento eficientes y el tratamiento del agua pueden evitar que las personas se expongan a riesgos prevenibles para su salud.

  1. Disminuye la contaminación ambiental

La gestión inadecuada de las aguas residuales urbanas, agrícolas e industriales no solo representa un riesgo para la salud humana, sino también para los ecosistemas. Greenpeace estimó que tan solo la industria química vierte cada año más de 1 000 sustancias nuevas en el medioambiente. Muchos de esos compuestos orgánicos y químicos tienen una acción tóxica sobre la flora y la fauna, de manera que terminan convirtiéndose en un peligro para la supervivencia de las especies expuestas. El saneamiento del agua es esencial para devolverla a la naturaleza libre de grasas, aceites, productos químicos, materia orgánica potencialmente dañina e incluso agentes patógenos.

De esta forma se favorece el ciclo natural del agua, cuidando tanto la salud de las personas que la consumen como el bienestar de los ecosistemas que dependen de ella, protegiendo al mismo tiempo el recurso más valioso para la vida en nuestro planeta.

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El proceso de generación y distribución de la energía

Con un simple movimiento podemos activar un interruptor y encender las luces de casa o la oficina. Es tan sencillo que no somos plenamente conscientes de la complejidad e importancia del proceso de generación de la energía y su distribución. Sin embargo, la electricidad desempeñó un papel esencial en la Segunda Revolución Industrial y es la base del desarrollo tecnológico actual.

En Eductrade sabemos que la energía es clave para la erradicación de la pobreza, el acceso a una atención medica de calidad, la reducción de la mortalidad y la mejora de la calidad de vida. Por eso, trabajamos en el desarrollo de proyectos de infraestructuras energéticas que produzcan electricidad de forma renovable y convencional, así como en su transporte y distribución. Tal es el caso de la Central de Ciclo Combinado de Manzanillo III en Colima, México, el complejo más grande del país, donde nos encargaremos de construir los edificios técnicos, las cimentaciones de equipos auxiliares y el canal de llamada de agua de mar.

¿En qué consiste la generación eléctrica?

Para garantizar el suministro de energía eléctrica, que no es más que la entrega de la misma a los consumidores través de las correspondientes redes de transporte y distribución, es necesario atravesar diferentes fases, desde la generación de la energía y su transformación para que pueda pasar a la red, hasta su transporte y distribución por el cableado, sin olvidar los servicios de comercialización.

La generación eléctrica consiste en transformar algún tipo de energía, ya sea térmica, eólica, nuclear o solar en energía eléctrica, para lo cual se recurre a las centrales eléctricas. Todo comienza con las fuentes de energía primarias, que pueden ser renovables, como el sol, las corrientes marinas, el viento, la biomasa, etc., o no renovables, como el petróleo, gas natural, carbón, uranio, etc., en cuyo caso se trata de recursos que se encuentran en la naturaleza en cantidades limitadas y se agotan.

Las centrales eléctricas son las instalaciones donde se transforma la energía recurriendo a generadores eléctricos y turbinas. De hecho, existen diferentes tipos de centrales eléctricas, desde las clásicas centrales termoeléctricas de gas natural o carbón, hasta las centrales nucleares, solares, eólicas, geotérmicas o hidroeléctricas.

Estas estructuras ubicarse lejos de los puntos de consumo, por lo que es necesario transportar la energía que generan. Además, las centrales eléctricas no venden la energía que producen directamente a los consumidores sino a las comercializadoras.

¿Cómo se produce la distribución eléctrica?

Una vez que se ha generado la energía, para distribuirla a los consumidores es necesario transportarla hasta las subestaciones eléctricas a través de las líneas de alta tensión. De hecho, para poder transportar la electricidad reduciendo las pérdidas de energía se aumenta su nivel de tensión.

Las instalaciones de alta tensión llevan la electricidad desde las centrales generadoras hasta las subestaciones eléctricas. Por motivos de seguridad, los cables de alta tensión se encuentran enterrados o en vías elevadas por torres eléctricas situadas a las afueras de los núcleos urbanos.

Cabe aclarar que la red de transporte de la energía eléctrica está mallada, lo cual significa que todos los puntos están interconectados, de manera que una incidencia en algún lugar no debe afectar el abastecimiento puesto que la electricidad puede proseguir por otra línea.

Las subestaciones eléctricas regulan la energía transformando la tensión, frecuencia, conexiones o número de fases de los circuitos. Algunas elevan la tensión generada para poder transportar la energía eléctrica y otras la reducen a una tensión media para facilitar su posterior distribución.

Finalmente, la energía eléctrica llega a los centros de transformación, los cuales suelen estar ubicados en los núcleos de consumo. Es un tipo particular de subestación eléctrica que forma parte del sistema de distribución donde se reduce la energía a baja tensión, normalmente a 400 voltios en trifásica y 230 en monofásica para que los usuarios puedan utilizarla. Las distribuidoras son las que se encargan de esa parte del sistema de suministro para que la electricidad pueda llegar a los consumidores.

La última fase del proceso de generación, transporte y distribución eléctrica es la comercialización, que queda en mano de las empresas comercializadoras de energía. Estas “acceden” a las redes de transporte o de distribución para vender la energía eléctrica a los usuarios. En práctica, adquieren la energía eléctrica necesaria para abastecer a sus clientes en el mercado mayorista de las compañías distribuidoras actuando como intermediarias entre estas y el consumidor final.