El equipamiento hospitalario que marca la diferencia

ejemplo de equipamiento hospitalario

Los equipos biomédicos son indispensables en los hospitales ya que permiten diagnosticar, tratar y rehabilitar enfermedades de manera segura y efectiva. Contar con un equipamiento hospitalario a la vanguardia facilita la labor del personal sanitario mientras proporciona a los pacientes un servicio de mayor calidad y una atención médica más completa.

Por esa razón, en Eductrade no solo nos encargamos del diseño y la construcción de hospitales, sino también de suministrar el equipamiento biomédico necesario para entregar los proyectos llave en mano y garantizar una salud de calidad para todos, algo que hacemos desde hace cuatro décadas.

¿Cómo se clasifican los materiales y equipos de uso hospitalario?

Toda la tecnología que “pueda usarse para promover la salud, prevenir, diagnosticar o tratar enfermedades o para la rehabilitación y atención a largo plazo” se considera equipamiento médico, según la Organización Panamericana de la Salud. Por tanto, puede tratarse desde dispositivos pequeños y sencillos, como un medidor de glucosa en sangre, hasta equipos más grandes y complejos, como un escáner de TC. 

El equipamiento hospitalario, en particular, se clasifica según su función:

Equipos de diagnóstico. Cuando un paciente ingresa en el hospital, debe ser evaluado. En ocasiones los síntomas pueden ayudar a identificar el cuadro clínico, pero generalmente es necesario aplicar pruebas que proporcionen una imagen más completa de su estado de salud y permitan llegar a un diagnóstico más preciso. Equipos médicos como las máquinas de rayos X o de resonancia magnética, el ecocardiógrafo o los ecógrafos 4D ayudan a los médicos a identificar la enfermedad y su gravedad. 

Equipos terapéuticos. Dentro del equipamiento hospitalario también se encuentran los dispositivos que se utilizan para tratar al paciente. Estos aparatos son más comunes en el área de fisioterapia, donde abundan dispositivos de electroterapia, ultrasonido, terapia con láser y magnetoterapia para tratar las lesiones, disminuir la inflamación o aliviar el dolor. No obstante, dentro de esta categoría también se encuentran equipos para tratar otras enfermedades, como las máquinas de hemodiálisis y los ventiladores mecánicos.

Equipamiento quirúrgico. Las intervenciones quirúrgicas más complejas se suelen realizar en los hospitales, por lo que este tipo de equipamiento es vital para lograr unos resultados favorables. En los quirófanos todavía se utilizan instrumentos básicos, como el bisturí y los fórceps, pero también han ido incorporando tecnología más reciente, como la máquina de anestesia y los aparatos de electrocirugía. 

El equipamiento hospitalario también incluye lo que se conoce como equipo médico duradero o mobiliario (camillas, camas de hospital o mesas de instrumentos), que garantizan un mayor confort al paciente y el cumplimiento de los estándares de bioseguridad

Siete equipos biomédicos imprescindibles en un hospital

Monitor de signos vitales. Este dispositivo mide los signos vitales del paciente, como la frecuencia cardiaca, la presión arterial o la saturación de oxígeno, para proporcionar información al personal médico sobre el estado de salud y ayudarle a determinar la estrategia terapéutica a seguir.

Equipos de monitoreo cardiaco. El corazón es un órgano vital, por lo que a menudo es necesario mantener monitorizada su frecuencia y ritmo. En los hospitales se utiliza el electrocardiógrafo para registrar la actividad eléctrica del corazón y el ecocardiograma para crear imágenes del corazón en movimiento.

Desfibrilador. Su función es restablecer el ritmo cardíaco normal administrando una descarga eléctrica controlada cuando se producen arritmias que podrían interrumpir el flujo de sangre normal y provocar un paro cardíaco.

Ultrasonido de diagnóstico. Estos equipos usan ondas sonoras de alta frecuencia para crear imágenes en tiempo real del interior del cuerpo y brindar información detallada sobre la estructura y el funcionamiento de los órganos y tejidos, lo que ayuda a los médicos a diagnosticar y evaluar de manera más precisa y no invasiva una amplia gama de condiciones médicas.

Unidades electroquirúrgicas. Los equipos de electrocirugía son esenciales en los procedimientos quirúrgicos debido a su gran precisión. Generan corrientes eléctricas de alta frecuencia para coagular o cortar tejidos y restringir el flujo sanguíneo permitiendo realizar incisiones más limpias y controladas, además de mejorar la visibilidad del cirujano.

Respirador artificial. También conocidos como ventiladores mecánicos, estos dispositivos suelen encontrarse en las unidades de cuidados intensivos y salas de emergencia. Se utilizan para brindar soporte respiratorio a los pacientes que tienen dificultades para respirar, garantizando el suministro de oxígeno y la eliminación de dióxido de carbono en los pulmones.

Máquina de anestesia. Se usa para administrar y supervisar la administración de anestesia general, usualmente durante los procedimientos quirúrgicos. No solo suministra los gases anestésicos, sino que también incluye sistemas de ventilación mecánica para ayudar al paciente a respirar mientras está bajo anestesia y cuenta con monitores integrados para vigilar sus constantes vitales.

 

 

Ingeniería hospitalaria: ¿qué es y por qué es tan importante en el entorno sanitario?

Hospital

Atrás han quedado los tiempos en los que los hospitales eran estructuras sencillas pensadas fundamentalmente para acomodar a los pacientes. En la actualidad, se han convertido en espacios complejos con un elevado componente tecnológico que dependen en gran medida del buen funcionamiento de las instalaciones. De hecho, estas ocupan entre el 7 y 12% de la superficie total de los centros hospitalarios, según la Universitat Oberta de Catalunya, por lo que no es raro que la ingeniería hospitalaria haya ido cobrando protagonismo en el sector sanitario. 

¿Qué es la ingeniería hospitalaria?

La ingeniería hospitalaria es una disciplina que se enfoca en la planificación, diseño, implementación, mantenimiento y gestión de instalaciones médicas para ofrecer las mejores soluciones a los desafíos que plantea el entorno hospitalario. Su principal objetivo es lograr que los hospitales sean espacios más funcionales, eficientes y seguros, capaces de adaptarse rápidamente a las necesidades cambiantes y las emergencias incorporando de manera inteligente los avances de la tecnología. 

Esta disciplina abarca aspectos técnicos, logísticos y de gestión para garantizar que los hospitales operen de manera óptima y cumplan con las normativas de salud y seguridad. Por tanto, es esencial para proporcionar una atención médica de calidad a los pacientes y proporcionar un entorno de trabajo adecuado para el personal sanitario. 

Optimizando el cuidado sanitario: el rol esencial de la ingeniería hospitalaria

En los hospitales, el objetivo de los médicos y enfermeros es curar. La misión de los ingenieros sanitarios es facilitarles esa labor.

Optimización del espacio hospitalario

La ingeniería de la salud se encarga de diseñar y mantener un hospital de manera eficiente. Se asegura de que haya espacio suficiente para los pacientes, el personal sanitario y los equipos garantizando la comodidad, operatividad y seguridad en todo momento. También se ocupa de que el hospital pueda hacer frente al flujo de pacientes y de que tenga la flexibilidad necesaria para responder a las situaciones de emergencia manteniendo sus estándares de atención.

Tecnología médica avanzada

La ingeniería hospitalaria es esencial para la aplicación de los dispositivos y sistemas de tecnología punta en el entorno sanitario. Garantiza que se puedan incorporar con seguridad equipos de diagnóstico más precisos como las resonancias magnéticas y tratamientos innovadores como la cirugía robótica. Por ende, facilita el uso de tecnología médica avanzada para realizar diagnósticos más precisos y tratamiento más eficaces mejorando la atención sanitaria en general. 

Seguridad del paciente

La ingeniería sanitaria también se ocupa de crear y mantener los sistemas tecnológicos que garantizan la seguridad de los pacientes, por lo que termina siendo esencial en la prevención de infecciones, la gestión de riesgos y la propia seguridad de las instalaciones. De hecho, es imprescindible para implementar sistemas de control y supervisión en zonas críticas, como los quirófanos y las unidades de cuidados intensivos. Por ese motivo, la intervención de los ingenieros hospitalarios contribuye a reducir los accidentes, fallos logísticos y errores médicos.  

Cumplimiento normativo

Los hospitales actuales funcionan gracias a instalaciones complejas, interconectadas e interdependientes que deben cumplir una serie de regulaciones y estándares sanitarios para garantizar la seguridad del paciente y del propio personal. La ingeniería de la salud se asegura de que las infraestructuras del hospital cumplan los requisitos de seguridad y de que el equipamiento médico funcione conforme lo establecido.

Eficiencia energética

Los hospitales no son grandes contaminantes, pero consumen mucha energía ya que suelen estar abiertos las 24 horas durante los 365 días del año. No se trata solo de la electricidad sino también del agua, los gases medicinales y el aire comprimido, por lo que la ingeniería hospitalaria es clave para implementar sistemas más eficientes que permitan reducir costes y minimizar el impacto medioambiental de los servicios de salud.

En síntesis, para que un hospital pueda brindar sus servicios, la fiabilidad de los procesos e instalaciones es esencial. La ingeniería hospitalaria facilita el desarrollo de la actividad sanitaria incorporando los avances técnicos y tecnológicos para asegurar las condiciones idóneas y un uso más racional y eficiente de los recursos. En Eductrade estamos comprometidos con esa visión de la ingeniería hospitalaria, por lo que en nuestros proyectos de salud incorporamos soluciones eficaces y seguras que mejoren la calidad asistencial e impulsen el acceso universal a la atención sanitaria.

 

Conservación y mantenimiento de la infraestructura hidráulica: ¿por qué es esencial?

Las infraestructuras hidráulicas desempeñan un papel fundamental en nuestro día a día, aunque no siempre seamos plenamente conscientes de ello. Desde el suministro de agua potable hasta la gestión de aguas residuales o pluviales, estas obras mejoran considerablemente nuestra calidad de vida, contribuyen al crecimiento económico de las regiones e incluso permiten usar de manera más racional ese valioso recurso.

Sin embargo, para que estas estructuras cumplan su cometido es imprescindible contar con un plan de mantenimiento que prevea revisiones e intervenciones periódicas.

Agua segura, futuro seguro: la importancia del mantenimiento de las obras hidráulicas

La adecuada conservación y el mantenimiento de las obras hidráulicas alarga su vida útil, optimiza su rendimiento y contribuye a un desarrollo sostenible, garantizando al mismo tiempo el bienestar de las comunidades, por lo que se trata de una inversión estratégica.

Preservar la calidad del agua y garantizar el acceso a la misma

Mantener en perfectas condiciones las estructuras que transportan agua de un lugar a otro es vital para garantizar un servicio continuo y preservar la cantidad y calidad del agua que llega a los hogares. El mantenimiento regular facilita la detección temprana de fugas para evitar cortes de suministro que afecten a los usuarios.

Asimismo, la limpieza adecuada de las tuberías de abastecimiento y la actualización de las plantas y tecnologías de tratamiento garantizan que el agua sea potable y cumpla con los estándares de salud y seguridad. Ese tipo de medidas proactivas protegen la salud pública y mejoran la calidad de vida de los ciudadanos reduciendo al mínimo los fallos en el servicio.

Prevenir pérdidas económicas y preservar la cantidad de agua

Generar agua potable requiere un gran esfuerzo, pero entre el 30 y 50% de esa producción no se rentabiliza, ya sea debido a las fugas o las conexiones ilegales. El agua no contabilizada (ANC) representa un gran problema para las empresas gestoras de servicios de Agua en todo el mundo, hasta el punto de poner en riesgo su viabilidad financiera.

De hecho, la merma de los ingresos y el aumento de los costes operacionales reducen los recursos económicos disponibles para mantener y/o mejorar dichas infraestructuras, creando un déficit que muchas municipalidades o compañías no pueden suplir.

Pensemos que un agua no contabilizada del 50% supone que tenemos que captar (recurso hídrico muchas veces escaso) tratar y transportar el doble del agua que finalmente llegamos a registrar en destino. Si conseguimos controlar que el agua contabilizada pase del 50 al 70% (30% de ANC), supone un incremento del 40% del agua efectivamente servida, que es mucho más eficiente que sobredimensionar el volumen de agua a tratar un 40%, en lo que implica captación, tratamiento, distribución, para que finalmente la mitad de esa agua adicional se vuelva a perder.

Contar con un modelo de balance hídrico eficaz, así como con sistemas de medición y control más exactos y modernos, permite reducir esas pérdidas y usos no registrados para que el proceso de producción y suministro de agua sea más rentable y eficiente.

Promover la sostenibilidad ambiental y cuidar la salud

El mantenimiento preventivo bien planificado permite preservar los cursos de agua y gestionar de forma más racional este bien valioso. La implementación de prácticas sostenibles, como la reutilización del agua y la integración de tecnologías verdes reduce la presión sobre los recursos hídricos y disminuye el impacto ambiental de estas infraestructuras.

Asumir un enfoque proactivo y sostenible garantiza la funcionalidad continua de las obras hidráulicas y contribuye a la resiliencia de las comunidades frente a los desafíos ambientales. Asimismo, el mantenimiento correcto ayuda a prevenir la contaminación de ríos y arroyos, minimizando la degradación del hábitat acuático para preservar la biodiversidad y la calidad del agua. En cambio, el mantenimiento inadecuado de las redes de alcantarillado/saneamiento puede provocar focos de contaminación que terminen afectando tanto a nuestra salud como al medio ambiente.

Evitar los daños que causan las lluvias torrenciales

Las infraestructuras hidráulicas no solo proporcionan agua potable, también permiten gestionar las aguas pluviales y prevenir inundaciones. Por ese motivo, unas infraestructuras en malas condiciones representan un riesgo latente.

El mantenimiento preventivo de represas, canales, cauces naturales y sistemas de drenaje es crucial para gestionar los flujos de agua repentinos causados por condiciones climáticas de lluvia extremas y evitar que se produzcan inundaciones devastadoras que no solo dañan las propiedades, sino que también conducen a la pérdida de vidas humanas.

La limpieza regular de los canales y ríos, así como la inspección de las estructuras de retención son acciones clave para garantizar que estas obras cumplan su cometido con eficacia. Invertir en inspecciones regulares y en el mantenimiento predictivo mitigará el impacto de los eventos climáticos extremos y evitará daños económicos cuantiosos.

Mayor eficiencia operativa y reducción de costes a largo plazo

La conservación y el mantenimiento de las estructuras que transportan agua de un lugar a otro y, en sentido general de todas las obras hidráulicas, mejora su eficiencia operativa y disminuye el costo a largo plazo. Por ejemplo, analizar las vibraciones de los motores, realizar un control de caudales mínimos o aplicar termografías de los cuadros eléctricos son medidas importantes para asegurarse de que todo funciona adecuadamente.

En la actualidad, la tecnología desempeña un papel protagónico a la hora de optimizar el mantenimiento y ganar eficiencia ya que permite gestionar un gran volumen de datos a través de sistemas de telecontrol, telemedición y telemando. Por una parte, posibilita monitorear el sistema hidráulico en tiempo real para conocer los usos del agua en cada punto, detectar el consumo de los usuarios y su facturación, así como identificar potenciales derivaciones injustificadas que demanden una verificación en campo.

Por otra parte, la tecnología también facilita el control en tiempo real de los equipos, válvulas, etc. para realizar un mantenimiento predictivo que contribuya a evitar paradas imprevistas. Con la ayuda del Big Data y la Inteligencia Artificial incluso se puede integrar información complementaria, como los datos meteorológicos, para optimizar la gestión del agua, reducir costes y lograr una contraprestación justa que se puede reinvertir para proporcionar un servicio mejor.

Identificar los problemas a tiempo, implementar tecnologías más eficientes y optimizar los procesos de gestión asegura un rendimiento continuo y evita incurrir en reparaciones mayores y más costosas. Es una inversión estratégica que facilita la estabilidad financiera a lo largo de los años de este tipo de proyectos.

El compromiso de Eductrade

En Eductrade buscamos soluciones tecnológicas innovadoras en el sector hidráulico para promover un desarrollo sostenible de alto impacto social. Tal es el caso del proyecto de rehabilitación, mejora y ampliación del sistema de agua potable de la ciudad de Jinotepe, en Nicaragua, a través del cual abasteceremos a una población de 55.000 habitantes, o la creación de dos sistemas de agua potable y el alcantarillado en la Región de Arequipa, en Perú, para ampliar la cobertura, mejorar la calidad y promover un uso más sostenible.

Abordamos nuestros proyectos de infraestructura hidráulica teniendo en mente la importancia de proteger los recursos hídricos y los ecosistemas, sin olvidar el bienestar de las personas. Así podemos asegurar un suministro continuo de agua mientras ayudamos a las comunidades a prepararse para enfrentar los desafíos del futuro.

La congestión de las líneas eléctricas ante la proliferación de ERNC

lineas electricas

La energía renovable no convencional (ERNC) es fundamental para descarbonizar la economía y avanzar hacia un planeta más limpio para todos. Con ese objetivo en mente, diferentes gobiernos de todo el mundo han impulsado el desarrollo de sistemas de producción de energía limpia.

Sin embargo, el crecimiento vertiginoso de las energías verdes está suponiendo un desafío notable: la red eléctrica convencional no está preparada para transferir la energía generada entre el origen y el destino, lo cual conduce a vertidos y amenaza su viabilidad económica.

El impacto de la saturación de las líneas eléctricas

La mayoría de las infraestructuras de redes que se utilizan en la actualidad fueron planificadas hace décadas para responder a las necesidades de un sistema energético muy diferente. Este dependía fundamentalmente de enormes centrales eléctricas que suministraban cientos de megavatios de energía, la cual se canalizaba por las redes de transmisión y distribución hasta los usuarios finales.

La expansión de las tecnologías renovables ha implicado una descentralización de la generación de energía, dispersando numerosos generadores más pequeños por todo el territorio. Sin embargo, las viejas infraestructuras tienen una capacidad limitada para integrar las energías descentralizadas, por lo que es necesario implementar nuevas instalaciones que tengan la capacidad de transportar y distribuir la electricidad generada.

La congestión de las líneas de transmisión debido a la alta capacidad de energía verde instalada, sumado a los retrasos en el desarrollo de nuevas redes, termina impidiendo que parte de la electricidad generada llegue a los consumidores. Como resultado, esa energía se pierde, lo cual reduce los costes marginales, aumenta los gastos de explotación y afecta el retorno de la inversión, haciendo que algunas empresas incluso tengan que declarase en quiebra.

El paradigmático caso de Chile

Hace poco, la Agencia Internacional de la Energía (IEA) elaboró un informe en el que concluyó que existe un vínculo entre la restricción de las energías renovables debida a la congestión de la red y el retraso en el despliegue de la capacidad de transmisión y distribución. También señaló que, para que todos los países cumplan sus objetivos climáticos, sería necesario agregar o reemplazar 80 millones de kilómetros de redes para 2040, el equivalente a todas las redes que existen en el mundo actualmente.

Chile, un país donde en 2022 la energía solar y eólica superó por primera vez la proveniente del carbón, ha experimentado un crecimiento acelerado de la ERNC que, sin embargo, se ha estancado debido a la congestión de las líneas de transmisión en ciertos tramos, sobre todo al norte. Básicamente, lo que ocurre es que la alta capacidad instalada en centrales solares fotovoltaicas no puede trasladarse a la zona central debido a que las redes de transmisión están saturadas.

La delicada situación de muchas de las compañías que han invertido en energías renovables (en los últimos meses de 2002, dos generadoras se declararon en quiebra y al menos otras nueve expresaron su preocupación por la posibilidad de que el sector caiga en insolvencia) ha hecho necesario un cambio regulatorio que permita flexibilizar el sistema eléctrico y avanzar más rápido en la aprobación y construcción de nuevas líneas de transmisión. Esa agilidad y dinamismo permitiría minimizar los vertimientos y desacoples de precio.

Proyecto de Ley de Transición Energética

Por eso motivo, a finales del año pasado se aprobó en lo general el Proyecto de Ley de Transición Energética que persigue cuatro objetivos fundamentales:

  1. Promover la sostenibilidad en la institucionalidad del sistema eléctrico.
  2. Fortalecer el sistema de transmisión eliminando los obstáculos burocráticos para la aprobación y construcción de estas infraestructuras, de manera que las empresas puedan mantener una relación directa con la Comisión Nacional de Energía.
  3. Activar un sistema de almacenamiento a gran escala para evitar parte del cuello de botella que existe en la actualidad, lo cual permitiría a las plantas solares inyectar de noche en la red la energía que generan de día, una solución que incluso permitiría aprovechar mejor la infraestructura eléctrica existente.
  4. Extender las rentas por congestión sistémicas a las generadoras, un mecanismo que en Chile se conoce como ingresos tarifarios y que serviría para resolver las dificultades financieras que afrontan las empresas renovables a corto plazo puesto que parte del importe más bajo que pagan los clientes finales se traspasaría a las generadoras para evitar los desacoples de precios.

Con estas medidas, Chile quiere proporcionar un marco más claro, predecible y justo para las empresas que operan en el sector renovable, de forma que el modelo verde siga adelante. Su aprobación final y puesta en práctica está siendo seguida con atención por otros países del entorno, que ya son conscientes de que no basta con impulsar la generación de energía renovable, sino que es necesario contar con sistemas de almacenamiento y líneas eléctricas adecuadas para que la ruta hacia la descarbonización no se vea comprometida.

Desarrollo de proyectos de infraestructuras energéticas

Eductrade también es consciente de esos desafíos, de manera que no solo desarrolla proyectos de infraestructuras energéticas para generar energía de forma renovable, sino que también propone soluciones tecnológicas innovadoras para el transporte y la distribución de esa energía, de manera que las obras puedan tener realmente un alto impacto social y sea viables económicamente.

Mantenimiento del equipamiento biomédico: ¿cómo preservar su eficiencia y precisión?

ejemplo de equipamiento hospitalario

En el sector de la salud, el equipamiento biomédico es esencial para la prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de los pacientes de forma segura y efectiva. Sin embargo, no basta con tener la tecnología sanitaria más moderna, es necesario realizar un mantenimiento adecuado que garantice la seguridad operativa y la fiabilidad del equipamiento biomédico para evitar los riesgos asociados a un mal funcionamiento que pueden provocar desde errores en la medición hasta fallos en la dosificación.

¿Qué tipo de mantenimiento necesitan los equipos biomédicos?

El mantenimiento de los equipos médicos incluye todas las acciones preventivas y correctivas dirigidas a garantizar su funcionamiento óptimo. Generalmente se realiza una inspección visual preliminar para comprobar el estado físico del equipo y se prosigue con procesos de calibración, reemplazo de piezas y verificación del funcionamiento con analizadores y simuladores especiales.

De hecho, el equipamiento biomédico suele necesitar tres tipos de mantenimiento: 

  1. Mantenimiento predictivo, llevado a cabo de manera periódica, se realiza para comprobar los indicadores, sistemas o procesos de equipo con el fin de verificar su fiabilidad y anticiparse a posibles problemas.
  2. ‍Mantenimiento preventivo, realizado de manera programada, suele implicar tareas de limpieza y calibración con el objetivo asegurarse de que el equipo funcione adecuadamente para reducir las probabilidades de fallos y alargar su vida útil.
  3. Mantenimiento correctivo, ejecutado al detectar algún problema en el equipo, se enfoca en la reparación o sustitución de las piezas o componentes averiados.

¿Por qué es tan importante mantener en óptimas condiciones el equipamiento biomédico?

El equipamiento biomédico no solo forma parte de los activos de las instituciones sanitarias, sino que se utiliza a diario en la práctica clínica, por lo que es fundamental cuidarlo para que funcione correctamente.

Proteger la seguridad del paciente. Los equipos biomédicos se utilizan para diagnosticar y tratar a los pacientes, por lo que un funcionamiento adecuado garantiza su seguridad. Un equipo con fallos de calibración, por ejemplo, puede causar eventos adversos que incluso lleguen a representar un riesgo para la vida.

Garantizar la confiabilidad. El mantenimiento adecuado del equipamiento biomédico también es una garantía de que funcionará según las especificaciones técnicas del fabricante. Valida la precisión en las mediciones y la fiabilidad de los resultados, contribuyendo a un diagnóstico más certero y un tratamiento más adecuado.

Maximizar el valor de la tecnología sanitaria. Los recursos sanitarios son limitados, por lo que el mantenimiento preventivo es crucial para maximizar el valor de la tecnología sanitaria. También permite que el hospital o centro médico funcione con normalidad brindando una atención de máxima calidad. 

Reducir costes. Un buen programa de mantenimiento preventivo puede evitar fallos críticos en los equipos médicos que terminen acortando su vida útil, por lo que contribuye a disminuir los costos asociados a su reparación o sustitución.

¿Cómo diseñar un programa de mantenimiento adecuado?

En los países desarrollados, aproximadamente el 21 % de los accidentes hospitalarios están causados por el equipamiento biomédico, ya sea por un mantenimiento deficiente o un uso inadecuado. Para evitar esos incidentes, es imprescindible contar con un programa de mantenimiento adecuado.

El primer paso consiste en realizar el inventario del equipamiento biomédico y planificar su mantenimiento preventivo siguiendo las indicaciones del fabricante, sin olvidar la actualización periódica del firmware y software necesarios para que los equipos funcionen adecuadamente. 

Es importante recordar que la conservación de los equipos biomédicos comienza por el buen uso de los mismos, por lo que es esencial que el personal sanitario esté capacitado para utilizarlos adecuadamente. En algunos casos incluso podría encargarse de las tareas básicas de mantenimiento, como la inspección visual o la limpieza.

Como regla general, la complejidad de la tecnología determinará si la institución sanitaria puede realizar el mantenimiento con sus recursos internos o necesita contratar a proveedores externos o técnicos del fabricante que se encarguen de las tareas más difíciles que demanden un mayor grado de pericia, como la calibración o la sustitución de piezas o elementos. 

Por último, se debe considerar la gestión financiera y operativa detrás de todas las actividades de mantenimiento. No solo hay que supervisar los costos asociados al mantenimiento sino también asegurarse de que se realiza siguiendo el cronograma programado para reducir su impacto en la operatividad del hospital o centro de salud. 

En Eductrade tenemos en cuenta todos estos factores antes de poner en marcha nuestros proyectos para suministrar equipamiento biomédico, como el del  centro hospitalario Can Misses de Ibiza, por lo que también proporcionamos servicios de mantenimiento y reposición de equipos. 

 

La desalinización en Latinoamérica como vía para enfrentar el estrés hídrico

agua limpia ODS

El agua es fundamental para la vida, pero se está volviendo un recurso cada vez más escaso. En la actualidad, más de 1 de cada 6 personas vive en zonas sometidas a estrés hídrico, lo cual implica que no tienen acceso al agua potable con facilidad, según la Fundación Aquae.

Ese déficit hídrico puede estar causado tanto por la escasez de agua como por una demanda excesiva debido fundamentalmente al crecimiento demográfico, por lo que termina afectando la calidad de vida de las personas y limitando las oportunidades de desarrollo de las regiones al afectar las actividades agrícolas e industriales. En ese contexto, hay que buscar soluciones alternativas, como la desalación.

Los proyectos de desalinización en América Latina

Latinoamérica no es una de las zonas más afectadas por el estrés hídrico, como Oriente Medio y África del Norte, pero algunos de sus países sufren un déficit sustancial que los ha puesto contra las cuerdas. Tal es el caso de Chile, que ocupa el puesto 16 en la lista de Water Risk Indicator (WRI) sobre las naciones más afectadas.

Debido a la desertificación y la sequía, así como al aumento del consumo, Chile se enfrenta una crisis hídrica desde hace más de una década. Para dar respuesta a la demanda de agua, a finales de 2023, su Cámara de Diputados aprobó por unanimidad un proyecto de ley destinado a construir y concesionar plantas desalinizadoras con fines potables, de saneamiento y riego

Dichos cambios legislativos están encaminados a facilitar la financiación y construcción de plantas desaladoras pues el Estado asume sus costes, lo cual permitirá que el proceso de desalación avance a la velocidad que necesitan los diferentes sectores a los que abastecerá, priorizando en especial el consumo humano.

¿Cómo ayuda la desalinización a la escasez del agua?

No cabe duda de que la desalinización es una solución viable y sostenible a los desafíos que supone el cambio climático, a la vez que ofrece una alternativa viable, ambientalmente sostenible y relativamente rápida para satisfacer las necesidades de la población.

Por ese motivo, América Latina está siguiendo con especial atención el marco jurídico e institucional de Chile, así como el desarrollo de las obras y sus resultados. Muchas naciones pueden aprender de su ejemplo y adaptar las medidas a su entorno para solucionar o evitar el estrés hídrico. De hecho, en la región, México y Perú son otros países que sufren un riesgo alto de déficit hídrico.

El gran reto: implantar desalinizadoras sostenibles

La desalinización es un proceso mediante el cual se elimina la sal y otros minerales disueltos en el agua de mar para convertirla en potable o lograr que sea apta para usar en la agricultura y la industria. En general, Latinoamérica tiene un gran potencial de crecimiento para desalinizar el agua de mar. Sin embargo, solo un 6% del mercado corresponde a esta región, con México y Chile a la vanguardia, de acuerdo con la Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso de Agua (ALADYR).

En combinación con un uso responsable de los recursos hídricos y la diversificación de las infraestructuras hidráulicas, la desalación puede convertirse en una pieza esencial para solucionar la creciente escasez de agua. No solo garantiza agua potable, limpia, segura y fresca a la población, sino que también puede abastecer el sector agrícola e industrial, además de ayudar a preservar los cada vez más escasos suministros actuales de agua dulce.

Además, los sistemas de desalinización se basan exclusivamente en el uso del agua de mar, que es un recurso renovable y siempre disponible, en contraposición con la mayoría de las soluciones actuales que dependen en gran medida de fuentes sometidas a factores meteorológicos cambiantes e incontrolables.

Por supuesto, para aprovechar el potencial de la desalación es importante poner en marcha proyectos sostenibles ya que este proceso también tiene un impacto medioambiental. La salmuera, el residuo de la desalinización, por ejemplo, puede afectar los ecosistemas si se vierte en el mar y contaminar los acuíferos de la costa en caso de filtraciones.

No obstante, se podría utilizar para generar electricidad, en la acuicultura para aumentar la biomasa de peces o incluso extraer los minerales que contiene, desde el magnesio y el calcio hasta el potasio o el litio, entre otros.

Asesoría para el desarrollo de proyectos hídricos

Contar con la asesoría de empresas especializadas en el desarrollo de proyectos hídricos, como Eductrade, permitirá a los gobiernos implementar soluciones innovadoras que garanticen un desarrollo sostenible con un alto impacto social, de manera que la gestión hídrica se convierta en un indicador de competitividad y responsabilidad medioambiental.

 

 

 

¿Cómo lograr un proyecto de infraestructura energética eficiente?

proyecto de infraestructura energetica eficiente

La energía eléctrica es fundamental para el desarrollo socioeconómico. Sin embargo, es necesario generarla a partir de fuentes renovables y lograr que el proceso de producción y distribución sea más eficiente. Por ese motivo, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas consiste en “duplicar la tasa mundial de mejora de la eficiencia energética” con vistas a 2030.

La Unión Europea también ha fijado entre sus prioridades garantizar a toda la población el acceso a una energía segura, limpia y asequible. Para lograrlo, apoya y subvenciona diferentes proyectos de infraestructuras energéticas que permitan producir, almacenar y distribuir energía de forma eficiente.

El reto de la eficiencia en el mix energético con las renovables

Los mercados eléctricos están siendo sacudidos por grandes cambios en el plano regulatorio, tecnológico y social. La descarbonización de la economía supone un nuevo reto al demandar el desarrollo de un modelo energético que no solo sea sostenible sino también fiable.

El progresivo protagonismo de las tecnologías renovables en detrimento de los combustibles fósiles en el mix energético implica una mayor exposición a sus fluctuaciones e intermitencia, lo cual exige mecanismos de gestión más eficientes que garanticen el suministro energía eléctrica en todo momento.

El principal desafío consiste en lograr un sistema eléctrico flexible que se adapte a los cambios en la demanda energética usando sus recursos de manera más eficiente. Por tanto, es fundamental encontrar la combinación adecuada para suplir la disminución puntual de la producción de energía de fuentes renovables y buscar alternativas de almacenamiento para los momentos en que se produce un exceso de generación.

Las 3 claves para desarrollar proyectos de infraestructuras energéticas eficientes

Planificación estratégica

La planificación estratégica es lo que garantiza un enfoque integral y eficaz para optimizar los recursos y maximizar los resultados de los proyectos de infraestructuras energéticas. Se debe partir de una evaluación exhaustiva de las necesidades energéticas específicas de la región, así como de las demandas futuras en base al crecimiento previsto, las tendencias demográficas y las proyecciones de desarrollo económico para garantizar la sostenibilidad a largo plazo.

Habrá que hacer además un análisis detallado de los recursos energéticos disponibles para determinar las opciones de generación de energía más adecuadas y sostenibles para el proyecto teniendo en cuenta su capacidad de producción y fiabilidad. Así se logrará el mix óptimo que satisfaga las necesidades de la forma más eficiente posible.

Integración de tecnologías innovadoras

Implementar tecnologías innovadoras es fundamental para optimizar un proyecto de infraestructura energética y lograr que sea más eficiente, sobre todo cuando se integran fuentes de energía renovable. En ese caso, utilizar sistemas avanzados de almacenamiento, como baterías de alto rendimiento, permite absorber el exceso de energía generada para usarla cuando se produzcan picos de demanda y garantizar un suministro estable y continuo.

El uso de redes inteligentes también contribuye a integrar de manera más eficiente las fuentes de energía distribuidas y gestionar mejor la demanda energética. Estas redes incorporan la tecnología digital y domótica más avanzada para facilitar el intercambio bidireccional de energía e información en toda la infraestructura.

Asimismo, los sistemas de información y control automatizados permiten monitorear y optimizar el flujo de energía en tiempo real para realizar una distribución más equitativa y eficiente. Al brindar una imagen más precisa del consumo y la demanda energética, así como del estado de cada nodo, segmento y elemento, contribuyen a aumentar la eficiencia operacional de las líneas e identificar áreas de mejora para usar de forma más responsable todo el ciclo.

Aplicar criterios de eficiencia energética en la construcción y operación

La eficiencia de un proyecto de infraestructura energética comienza en la etapa de diseño, pero se extiende al proceso de construcción y posterior operación. Implementar estándares de construcción sostenibles, usar materiales ecológicos e integrar sistemas de aislamiento eficientes, siempre que sea posible, permite reducir significativamente el impacto ambiental de la obra y mejorar la eficiencia térmica de las estructuras disminuyendo la pérdida de energía desde la propia concepción.

Adoptar prácticas operativas eficientes, como programas de mantenimiento preventivo y monitorear con regularidad los sistemas energéticos, también garantizan un funcionamiento óptimo y alargan la vida útil de los equipos y la infraestructura.

En este sentido, es importante no descuidar la capacitación del personal en el uso de sistemas de control automatizados. Así se optimizará el rendimiento de la infraestructura energética mientras se reducen los costos operativos y de mantenimiento a largo plazo.

Eductrade está firmemente comprometida con el diseño e implementación de proyectos de infraestructuras energéticas eficientes. Aplicamos un enfoque integral que contribuye a suministrar electricidad de manera sostenible, económica y segura sentando las bases para un futuro energético más limpio y resiliente.

Descubre el proceso de construcción de hospitales paso a paso

Hospital en Argentina

Los hospitales desempeñan un papel esencial en nuestras sociedades, siendo lugares de curación y esperanza. Sin embargo, su diseño y construcción son procesos extremadamente complejos que van más allá de erigir simplemente edificios. Cada detalle, desde la infraestructura física hasta los sistemas de atención médica, debe planificarse meticulosamente para garantizar la calidad de la atención, la seguridad de los pacientes y cumplir con los estrictos estándares de salud.

Más allá de los ladrillos, la complejidad que encierra la construcción de hospitales

La construcción de hospitales es un proyecto complejo y de gran magnitud que puede llevarse a cabo mediante diferentes modalidades de realización y ejecución, las cuales varían fundamentalmente según el nivel de riesgo y responsabilidad que asume el promotor, aunque el objetivo último es mitigar las probabilidades de incurrir en sobrecostes o incumplimiento de plazos.

El modelo tradicional, por ejemplo, implica el fraccionamiento del proyecto con la contratación independiente del diseño, la construcción y el equipamiento. En cambio, el modelo llave en mano supone una solución integral en la que se coordinan los distintos subsistemas y componentes del proyecto con un único interlocutor.

Sin embargo, independientemente de la modalidad de gestión elegida, el proyecto de construcción de un hospital suele seguir una serie de fases bien diferenciadas.

  1. Elaboración de un anteproyecto

En la primera fase del proceso de diseño y construcción se realiza un anteproyecto en el que se recogen las necesidades que satisfará el hospital y sus objetivos teniendo en cuenta el público al que va dirigido. También se realiza el diseño conceptual considerando su tamaño, especialidades y servicios.

Se determinan además sus condiciones de operación, los recursos humanos, económicos y materiales necesarios, así como los costes, pérdidas y posibles ganancias. Así se evalúa la viabilidad del proyecto sin perder de vista que se trata de una infraestructura cuya misión principal es curar a las personas.

  1. Planeación del proyecto

En esta fase se realiza el proyecto hospitalario definitivo desarrollando los planos arquitectónicos y de ingeniería. Se define a los responsables del proyecto, su ejecución y quién asignará los recursos presupuestados. También se establece el cronograma con los correspondientes plazos que debe cumplir la construcción del hospital.

Cuando se trata de proyectos complejos, es habitual dividirlos en subproyectos para facilitar su gestión. De hecho, en esta etapa es fundamental planificar detalladamente los procesos administrativos, asistenciales y de apoyo requeridos para satisfacer las necesidades de los pacientes, así como los equipos médicos y sistemas indispensables para cuantificar la inversión en términos económicos, de personal y equipamiento.

  1. Solicitud de permisos y aprobaciones

Los hospitales en España y en todo el mundo deben cumplir una serie de requisitos normativos y de calidad, por lo que esta fase es esencial para que el proyecto pueda seguir adelante. No solo hay que obtener los permisos de construcción necesarios y comprobar las regulaciones de edificabilidad y uso de suelo sino también obtener las autorizaciones de salud a nivel estatal y/o regional para poder operar como hospital.

También suele ser necesario realizar una evaluación ambiental para evaluar el impacto del proyecto en el entorno, así como asegurarse de cumplir las normativas arquitectónicas en materia sanitaria. Este proceso suele demandar una estrecha colaboración entre los equipos de diseño y los reguladores para garantizar que el proyecto hospitalario cumpla con todas las normas y estándares aplicables, lo que garantizará su seguridad cuando entre en funcionamiento.

  1. Construcción del hospital

En esta etapa se materializan los planos y diseños elaborados anteriormente, por lo que se moviliza gran cantidad de recursos humanos, financieros y físicos. Se prepara el terreno y los cimientos, se construye la infraestructura con las respectivas áreas especializadas, como los quirófanos, salas de cuidados intensivos y laboratorios. Por último, se instalan los sistemas de servicios necesarios y se adquieren los equipos médicos y mobiliario.

La construcción de hospitales requiere una supervisión constante y una gestión eficaz del proyecto para asegurarse de que se cumplan los plazos ciñéndose al presupuesto y respetando los estándares de calidad. La logística y la coordinación también son esenciales en esta etapa para garantizar la entrega de los materiales, los equipos médicos y el mobiliario necesarios.

  1. Pruebas y acreditación

Una vez terminado el diseño y la construcción, se realiza una serie de evaluaciones exhaustivas para garantizar que todas las instalaciones, equipos médicos y sistemas funcionen correctamente y cumplan con los estándares de calidad y seguridad requeridos en el sector sanitario, desde la atención al paciente hasta la gestión de riesgos.

Para agilizar esta última fase del proyecto hospitalario, es necesario mantener una colaboración estrecha entre los ingenieros, técnicos de equipos médicos y auditores. El objetivo es garantizar que el hospital está preparado para brindar atención médica segura y de alta calidad a los pacientes cuando abra sus puertas.

Por último, cabe aclarar que todo proyecto hospitalario implica una gran inversión en términos de capital humano y financiero con márgenes de rentabilidad relativamente pequeños. Una empresa especializada, con conocimiento, experiencia y herramientas de trabajo probadas en la gestión de este tipo de proyectos, como Eductrade, es una garantía de éxito.

Cimentando la salud: claves para crear un proyecto hospitalario exitoso

Equipamiento del Hospital Aristide Le Dantec en Dakar

Los hospitales son un pilar fundamental del sistema sanitario de cualquier país ya que garantizan una atención médica de calidad a sus ciudadanos. Sin embargo, no basta con tener personal sanitario cualificado, también es necesario contar con el equipamiento y las instalaciones adecuadas. Todo comienza con un buen proyecto hospitalario, que no solo debe cumplir los estándares constructivos sino también las normativas en materia de salud para satisfacer las necesidades específicas de los pacientes y el personal sanitario.

Planificación y gobernanza, los pilares del proyecto hospitalario

La planificación e implementación de proyectos hospitalarios es un proceso complejo que no solo requiere una cuantiosa inversión en términos económicos sino también de tiempo, así como un alto nivel de capacidad técnica y una coordinación óptima entre las diferentes áreas o instituciones involucradas. Contratar a empresas ejecutoras experimentadas es determinante para el éxito del proyecto, pero también es esencial contar con un liderazgo eficaz.

El ciclo de vida de un proyecto hospitalario necesita una gobernanza adecuada que garantice la articulación y coherencia entre cada una de las fases y actores puesto que las decisiones que se toman en las etapas tempranas se reflejarán más adelante. Si se produce un error en las primeras fases del proyecto hospitalario y no se detecta o corrige a tiempo, será mucho más difícil hacerlo posteriormente y es probable que afecte la calidad de los servicios asistenciales y el correcto funcionamiento de la infraestructura.

La capacidad de planificación también es vital para prever posibles carencias de diseño y evitar necesidades soslayadas en el proyecto original que suelen aumentar el costo del mismo y alargar sus plazos. Para no pasar por alto ningún elemento imprescindible, es importante que el beneficiario final se involucre en la creación del proyecto hospitalario, lo cual garantiza la satisfacción de sus necesidades y la aceptación futura.

Un diseño adaptado a las demandas sanitarias

El diseño de proyectos hospitalarios suele guiarse en gran parte por las medidas estandarizadas de la arquitectura hospitalaria basadas en las regulaciones y normas específicas de cada país. Esas reglas ayudan a diseñar correctamente espacios complejos, como las áreas de cirugía, laboratorios o diagnóstico, los cuales también demandan una cuidadosa elección de los materiales.

En el entorno hospitalario se deben evitar los materiales naturales que favorecen la proliferación de microorganismos y aumentan el riesgo de infecciones nosocomiales. En cambio, se debe apostar por materiales fáciles de limpiar que puedan esterilizarse o desinfectarse con regularidad para garantizar un ambiente lo más aséptico posible.

Asimismo, un buen proyecto hospitalario debe tener en cuenta la circulación y la ergonomía. Las puertas y pasillos deben permitir el paso de camillas, sillas de ruedas y otros equipos sanitarios para poder moverse con facilidad en situaciones de emergencia. También hay que diseñar pensando en maximizar la ergonomía y el confort, tanto de los profesionales sanitarios como de los pacientes.

Detalles como la iluminación, la ventilación y el confort térmico son esenciales en los hospitales para facilitar el trabajo de los sanitarios y acelerar la recuperación de los pacientes. Un estudio desarrollado en Corea del Sur, por ejemplo, descubrió que los pacientes con camas cerca de las ventanas que se exponían a la luz natural tenían periodos de hospitalización más cortos. Por tanto, en los proyectos hospitalarios es interesante priorizar la luz natural, al menos en las habitaciones.

Trascendiendo la funcionalidad, el toque único en los proyectos hospitalarios

El hecho de que los proyectos hospitalarios tengan que seguir ciertas normas no significa que deba convertirse en un lugar impersonal. Espacios como las recepciones, las salas de espera, los salones exteriores e incluso las habitaciones, en la medida de lo posible, permiten expresar el carácter único del proyecto hospitalario.

En esas áreas es posible diseñar un ambiente más agradable y acogedor que, sin dejar de ser práctico y funcional, también sea cómodo y atractivo para los pacientes y sus acompañantes o visitantes. Hay que recordar que el estrés y el malestar no son ajenos a los entornos médicos, por lo que esos espacios son esenciales para aportar tranquilidad con un toque de calidez y relajación.

Un hospital bien diseñado, tanto en términos de infraestructura como de espacio, contribuye a optimizar la función para la cual ha sido creado, permitiendo que el personal pueda trabajar más a gusto y que los pacientes reciban una atención de mayor calidad.

Por esa razón, en Eductrade desarrollamos proyectos hospitalarios que incorporan soluciones funcionales y atractivas en el campo de la salud que mejoren la calidad asistencial de los ciudadanos e impulsen el acceso universal a la atención sanitaria. Tal es el caso del hospital de Chiquimula en Guatemala, el nuevo hospital Zona Noroeste en la ciudad argentina de Córdoba y el Hospital Dpto. de Chinandega en Nicaragua, entre otros proyectos.

El impacto de la consultoría internacional en la transformación empresarial

consultoria internacional

En un mundo globalizado, cada vez es más importante contar con el asesoramiento de especialistas en consultoría internacional que aporten sus valiosas experiencias y conocimientos. Los gobiernos e instituciones de los países en vías de desarrollo pueden beneficiarse particularmente de esos servicios de asesoramiento, asistencia técnica y consultoría para reforzar sus políticas y estrategias o mejorar la prestación de servicios.

No obstante, se trata de un procedimiento complejo en el que a menudo surgen barreras culturales, lingüísticas, legales y administrativas. Las consultoras internacionales más experimentadas son capaces de superar esos obstáculos y reducir los riesgos para allanar el camino hacia el cumplimiento de las metas.

¿Qué es una consultora estratégica para gobierno y sector público y privado?

La consultoría internacional es un servicio enfocado en ayudar a los gobiernos, instituciones, administraciones y entidades públicas o privadas a desarrollar sus políticas, proyectos y obras, sacando el máximo provecho de los recursos que tienen a su disposición. 

La consultora se asegurará de facilitar los proyectos, logrando que su planificación y puesta en práctica sea más eficaz. También se anticipará a posibles problemas que puedan generar sobrecostes o impliquen la pérdida de un tiempo precioso, proponiendo soluciones más eficientes que tengan en cuenta el contexto donde se implementarán y, al mismo tiempo, incorporen los aspectos más relevantes y novedosos del sector.

Los principales tipos de consultoría: ¿Cómo transforman la sociedad y el tejido empresarial?

La consultoría internacional puede brindar diferentes servicios a sus clientes, según sus necesidades:

Consultoría estratégica

Este tipo de consultoría internacional se enfoca en ayudar a las empresas y administraciones a diseñar un plan estratégico que les permita cumplir sus objetivos sociales y/o de negocio. Consiste en diseñar una hoja de ruta clara para que el programa pueda avanzar, estableciendo objetivos alcanzables y acciones concretas que permitan maximizar la eficiencia y prever posibles problemas para buscar caminos alternativos. 

En Lesoto, por ejemplo, Eductrade asesoró al Ministerio de Educación y Formación para implementar un programa dirigido a fomentar el espíritu empresarial y promover las inversiones en sectores clave en aras de promover la diversificación económica y ampliar el acceso a la financiación y el mercado.

Consultoría económico-financiera

El análisis económico y financiero es fundamental en la toma de decisiones estratégicas, en especial cuando no se dispone de ingentes recursos. La consultoría internacional contribuye a que las entidades públicas o privadas comprendan mejor sus balances y cuentas de explotación para que puedan tomar mejores decisiones operativas. 

También puede ayudarles a analizar los estudios de viabilidad, valorar la magnitud de la inversión necesaria, estimar los umbrales de rentabilidad o hacer análisis de costes-beneficio con el objetivo de minimizar los riesgos económicos.

Tal es el caso de la colaboración de Eductrade con el Ayuntamiento de Valladolid para ayudarle a presentar proyectos destinados a captar la financiación europea en el marco de los fondos Next Generation con la intención de alcanzar las mayores ratios posibles de éxito, de manera que pueda atraer más inversión y movilizar recursos adicionales para la región.

Consultoría técnica

La puesta en marcha de grandes proyectos o de políticas ambiciosas requiere un conocimiento especializado. La consultoría técnica prevé la ayuda de especialistas en el sector para llevar adelante diferentes iniciativas maximizando su eficiencia y la organización del trabajo. Así las administraciones y empresas podrán lograr resultados más rápidos y sólidos a lo largo del tiempo. 

Este tipo de consultoría internacional puede incluir desde el asesoramiento en gestión empresarial y procesos operativos hasta la orientación en materia de recursos humanos o involucrarse directamente en la implementación de soluciones específicas.

El proyecto de consultoría que llevó adelante Eductrade en Marruecos, por ejemplo, proporcionó asistencia técnica al Ministerio de Salud para mejorar los servicios a los usuarios y optimizar la formación del personal. Siguiendo esa misma línea, proporcionará asistencia técnica al gobierno de Turquía para implementar medidas que aumenten las tasas de asistencia y matriculación en la enseñanza secundaria.

Como se puede apreciar, la consultoría internacional tiene un impacto decisivo en la planificación y puesta en marcha de todo tipo de proyectos. El apoyo técnico, sumado a la guía económica y la orientación para la toma de decisiones estratégicas termina siendo fundamental en muchos países para promover un desarrollo más equitativo y mejorar la calidad de vida de la población.

Por tanto, las consultoras que se dedican a ofrecer estos servicios no solo ayudan a las administraciones o entidades privadas a llevar a buen puerto sus políticas y planes, sino que también tienen un impacto muy positivo en el tejido empresarial y la vida de las personas.